¿Porqué no soy vegano?

Buenas,

ante la avalancha de comentarios y correos al respecto, me he decidido a escribir el post que dilapidará ya por completo mi poca reputación en el mundo veg*ano. Javi, ¿porqué no eres vegetariano? Me agrada que me haga usted esa pregunta, señor anónimo.

Bueno, remontémonos a la época en la que todas mis preocupaciones eran el balonmano y vivir lo mejor posible hasta la época de exámenes. Como recordareis, el hecho de hacerme vegetariano no fué nada agradable en mi casa, con mi madre queriendo que me comiese un pollo y mi padre con su consabido "estas gilipollas". Total, que tras un breve espacio de tiempo de unos pocos meses, descubrí que existía un modo más "radical" (o coherente, como querais) de ser vegetariano, y es ser vegano. Así que me planteé serlo.

¿Cual era el problema? Pues que estas cosas, si no las sientes de verdad, no las haces. Y yo no veía del todo claro que mi tremendo esfuerzo fuese a servir para nada. El tema de no comer animales lo asumí rápido, pero esto de la leche y los huevos me costaba mucho. Un día llegué a casa con un paquete de leche de soja (uf, malísima, por cierto) y le dije a mi madre que abrazaba el veganismo. Ni que decir tiene que mi propuesta fué muy mal vista y que mi madre montó en cólera.

Y claro, convivir con una persona que está todo el día cabreada contigo, por un motivo que ni tú mismo lo asumes como tuyo, es difícil. Además, dejar los huevos fué fácil, pero la leche no podía. Pensad que en esa época la información que podía obterner era muy limitada, que el Internet era cosa de magía. Total, que tras un mes de vegano llegué a un acuerdo con mi madre de que yo dejaba de comer huevos pero que tomaba leche. A cambio, respetaría mi decisión para siempre. Y dicho y hecho.

En mi mente siempre estuvo el tema de que en cuanto saliese de casa me haría vegano, pero con el paso del tiempo, mi convicción al respecto no cambió lo más mínimo, por lo que nunca me hice. ¿Y en el futuro? Pues la verdad es que lo descarto, para que os voy a engañar.

Bueno, y esta es la pequeña historia del día, que espero que no traiga más polémica que la simple anécdota.

Besitos.

***** El rincón del Tito *****

¡Como mola ser papi!

Este fin de semana nos hemos ido el pequeñito y yo con la mochila a ligar al parque, y oye, lo que se liga con un pequeño en el pecho. Luego repetimos la experiencia con mi niña y ya no se nos abalanzaban tantas chicas, pero tampoco estuvo mal, je, je.

Por las mañanas festivas cojo al pequeño para duerma mi niña y me le bajo al salón. Y como llora un poquito y yo sigo con sueño, me le pongo en pechito (yo boca arriba) y así nos quedamos fritos hasta que mami viene a recoger a pequeñito con el pecho dispuesto. El sábado le bajé y nos quedamos roque. Total, que al rato me despierta gritando como loco. Vaya susto. Le acuné, le bailé, le di besitos, de todo. Al final resultó que lo que yo pensaba que habían sido dos minutos era dos horas y tenía ya hambre. Caray como pasa el tiempo, je, je.

Resumiendo, que estoy feliz de ser papi.

Besitos.