... o vida y obra de la tribu del tofu, como gusten ustedes.

1 de enero de 2010

Un progama de televisión, un libro y un puré de verduras

Por faaavooor, un cho co laaaa tín - Carmen derriento corazones.

Buenas,

se acaba el día de año nuevo, y no puedo dejarlo escapar sin comentar la final de Tu si que vales. Que diréis, ¿Y a mí que narices me importa algo que ni me va ni me viene? Pues si no os interesa, seguid el camino, queridos internautas. Hoy ha sido la repetición, que ha durado más o menos como Lo que el viento se llevó versión extendida con orcos a miles. Madre mía, que la he empezado con las tostadas y la he terminado con los pimientos rellenos que sobraron ayer. Mi favorito no ha ganado, un trovador muy divertido, que era la encarnación del sueño español. Si, ese que nunca gana, eso es. Pero ha ganado un señor brasileño con un perrico que hacían cosas muy divertidas. Por un lado, me ha parecido un tongo horrible su victoria, dado que había gente con espectáculos de cagarte por la pata abajo. Pero me ha gustado mucho su historia, dado que es un perro adoptado, no se si sacado de la perrera, o encontrado en la calle. Y ha salido a actuar el señor con una camiseta de "No me abandones". A ver si con estas cosas se consigue que se adopten animales, y no se compren. Por cierto, que lagrimones cuando se ha caido la niña del padre-abuelo, madre mía.


Volviendo a la realidad del mundo, hoy he terminado un libro llamado "Una breve historia de casi todo" de Bill Bryson, que seguro le cabe en el saco a algún rey mago todavía. Creo que es un libro imprescindible de divulgación científica. Para leerlo despacio, capítulo a capítulo y hoja a hoja. Nos viene a decir que estamos aquí por que hemos venido, y que no nos preocupemos por nada, por que en dos días geológicos, esto petará y el mundo seguirá si camino sin molestos humanos. O eso me ha quedado a mí. Brutal del todo, explicando que realmente no se sabe nada de como funciona el universo, ni el cuerpo, ni como eramos, ni como nada de nada. Y además, muy divertido. El capítulo final, es una realista bofetada que me ha dejado un regusto jodido. Qué cosas esto de tener conciencia. Y lo tenéis en edición de bolsillo, así que ya sabéis, pequeños vegetas, a escribirlo en el burofax real!!

Cada vez que pienso en eso que dicen que a los niños no les gusta la verdura. Estaba Pablo viendo como hacíamos la cena y ha dicho "Ummmm, calabacín!!!". Y se han tomado el puré de calabacín rebañando como locos. Y no por falta de alimento, que comen como si se fuera a acabar.

Besitos.

1 comentario:

Nihacc dijo...

¡¡Feliz año nuevo para toda la tribu!! Me apunto el libro este, que me ha picado la curiosidad. ¡Besos!

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