esta noche he llegado a casa después de un día malo. En el trabajo, malo malo, de esos días que no te importaría borrar. Ya ha amanecido mal cuando estaba soñando que hablaba con un amigo al que no le oigo bien y para mi horror he descubierto que quien hablaba era la radio y era la hora de levantarse. Frio y más frio. En curro, ya os he contado. Y el entrenamiento de los chavales (entreno a porteros de balonmano) para olvidarlo rápidamente. Total, que llegaba destrozado a casa y desde el descansillo he olido un aroma fabuloso. Como en las películas de dibujos animados que el cerdito vuela al olor de la tarta, pues yo igual hasta casa. Abro la puerta y está en el fuego la famosa (en nuestra casa) empana de mi niña, que está de muerte. Ahí va:
Empanada de verduras.
- Ajo y laurel.
- Un cebolla.
- Tres zanahorias.
- Un pimiento verde mediano.
- Un calabacín mediano.
- Berenjena pequeña (opcional).
- Una lata pequeña de tomate triturado (de 400).
- Media pastilla de caldo vegetal.
- Sal, pimienta, azucar y tomillo.
- Masa de hojaldre para empanadas (La cocinera).
Echamos en la sarten con aceite caliente un ajo entero (sin trocear) y la hoja de laurel. Cuando huela a ajo hecho (este fritito) le añadimos la cebolla picadita finita. En el momento que tengamos la cebolla doradita y blandita, echamos las verduras restantes bien picaditas. Cuando esté todo doradito (al gusto) le añadimos la lata de tomate triturado (si queremos con tomate natural, pues ale, a picar tomates). Añadimos las especias que hemos dicho y dejamos que se evapore el agua que tiene el tomate, hasta dejar un sofrito consistente. Todo se hace en unos 20 minutos.
Por otra parte, preparamos sobre papel albal la masa de hojaldre, extendiendola un poquito. Echamos dentro el sofrito, cerramos la empanada y la metemos al horno (mejor si está precalentado). Cuando veamos que se dore la masa, la sacamos, dejamos que se enfrie un poco (dado que por dentro quema muchísimo) y servimos.
Y ya está. Bueno, os dejo que mi olfato me indica que es hora de mover el bigote.
Besitos.
¡Hola, Javi!
ResponderEliminarLlevaba bastante tiempo sin leer tu blog y me he encontrado con un montón de recetas y artículos interesantes y suculentos. A ver si ahora te enlazo, que soy una vaga.
Qué rica la empanada, ñamñamñam, y parece fácil. Pregunta: ¿en qué parte del súper está el hojaldre? ¿habéis probado alguna vez a hacerlo vosotros?
He leído también varios post antiguos, así que te respondo a los que me han movido a reflexión.
En cuanto a lo del calzado vegano, yo que aún soy joven puedo vestir con zapatillas de tela, pero algunas tienen partes de piel, así que hay que tener cuidadito con lo que te compras. También tengo una duda existencial: veamos, yo tengo unas botas camper de piel que me están durando lo que no está escrito, y que además me encantan. Sin embargo, unos zapatos sintéticos que compré el año pasado ya están destrozados. Si durante el tiempo que me duran unos de piel me tengo que comprar siete pares de sintéticos, ¿no estoy haciendo más daño al medio ambiente y al entorno? No sé, que conste, sólo pregunto. Claro, que si te ciñes estrictamente a la cuestión de que uno es PIEL y el otro no... está bastante claro.
En cuanto al post cuyo título es una frase de mi blog (el de la comprensión), bueno, ten en cuenta que yo lo decía con ironía. Creo que es a nosotros a los que debería costarnos comprender por qué el resto de la gente come animales. De todas formas, muy bueno el post y muy divertido tu análisis de los mandamientos.
Hala, ahora te enlazo y me pasaré por aquí más a menudo. Un beso.
Buenas Marina,
ResponderEliminarel hojaldre para empanadas que compramos nosotros está en la parte de congelados (porque viene congelado, je, je).
El tema de los calzados de piel o no, es lo que tu dices. No se si comprando 8 zapatos sintéticos se machaca más o menos el medio ambiente, pero lo que no voy a hacer es calzarme con unos de piel. Otra cosa que no tengo claro es el tema de si ya los tienes de antes, si es lícito o no. Yo creo que esto, como todo, es ver hasta donde quieres llegar. A ver si publico un escrito que hice hace tiempo al respecto.
Lo de la frase tuya ya suponía que era ironía, simplemente me ilustraba un tema que es muy común. Como ya he vivido mucho esto, pues todo lo que dices me suena bastante, no reciente, pero me suena ;-)
Bueno, besitos.
P.D: Hay días que no como por no hacer la comida, como para ponerme a hacer masa, je, je.