... o vida y obra de la tribu del tofu, como gusten ustedes.

3 de junio de 2007

Escorpión o alacrán

Buenas,

esta tarde, aprovechando que el primer domingo de cada mes abren los centros comerciales, nos pasamos por el herbolario para comprar huevos para pequeñito. A mí ya sabeis que no me gusta criticar, pero es que hay veces que situaciones me ponen un poco nervioso. Delante nuestro una pareja, el musculitos y ella una muchacha normal, tirando a flaquita. Estaban hablando de comprar carnitina para sus músculos y le estaba explicando como tomarla. Y ella estaba comprando sirope de arce para perder peso. Eso ya me rechinó los dientes. Pero más me los rechinó la explicación que le daba la vendedora, que le decía que este sirope tiene todos los nutrientes que el cuerpo humano necesita, proteinas, vitaminas, aminoácidos, etc. Vamos a ver, vamos a ver, hablando desde la ignoracia, ¿cómo va a tener el sirope ese TODOS los nutrientes? O sea, que existe la solución para el hambre del mundo y no lo sabíamos. En fin.

Hablando de temas más serios, como está Pablo, madre mía. Ya le ha salido un ¿premolar? y otro diente más de arriba, con lo que tenemos 8 pequeñas y afiladas armas de morder. Y bien que las usa, si.

Sigue con la bonita costumbre de entre semana no querer levantarse, mientras que el fin de semana cada día se levanta antes. El sábado a las 6:45 y el domingo a las 6:20. A la próxima le mando al orfanato de cabeza, por pesao. Pero no todo va a ser malo, el sábado le saqué de la cuna y le dejé jugando mientras apuraba un poquito más. En estas que miro y me había dejado mis zapatillas a los pies de la cama, y me estaba pegando con las suyas para que se las pusiera y salir a jugar. Porculero será, pero con gracia, no me digais que no.

Por cierto, el sábado le fui a dejar con sus juguetes mientras le preparaba el biberón, pero como era tan pronto decidí aguantar un poco jugando con él. Gran acierto, dado que entre sus juguetes había un escorpión, de esos con pinzas y cola con pincho. Madre mía que susto me pegué. Imaginad como me puse, que se quedó a mi ladito quietito, sin moverse, de la que pude liar en un momento.

Estamos en clases intensivas de soplidos, a ver si aprende a soplar. A la vez, seguimos con los ruidos de los animales, y alguna cosilla más. No se me ocurre más que contaros. Bueno, el sábado me dijo la del restaurante oriental que si Pablo sólo comía verduras como nosotros. Luego me dijo que si estaba sano. Estuve por decirle, más que el tuyo, que tu madre le daba tallarines casi desde que nació, pero no me pareció necesario. Y es que hay que ver lo que se mete la gente en la vida de los demás. En fin.

Besitos.

2 comentarios:

Irantzu dijo...

Vieras como se meten, vieras! Yo porque prometí para mi cumpleaños no meterme más en temas de niños (a menos que me llamen) porque si no, tendría para comentar muchisimas barbaridades que oigo por acá...
Pablito debe estar exquisito, y lo de despertar temprano cuando NO TOCA lo conozco... jaja!
Saludos!

Susana (Saskia) dijo...

¿Un escorpión en casa? ¡Dios santo! No es por alarmarte pero la picadura de un escorpión puede ser mortal para un bebé :-S
Yo pensaba que en España no se metían a las casas, no veas el miedo cuando estuve en México de que alguno se colara entre la ropa o se subiera a la cama y nos picara, aunque mi amiga me aseguró que en su casa no había alacranes. Llegué a ver uno en su consultorio (es dentista) y me lo enseñó antes de matarlo: era tan pequeño que yo lo hubiera confundido con una inofensiva tijereta.
Bueno, yo llego a ver uno en casa y llamo a una compañía de fumigación, ya mismo, que miedo...

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