dentro del marco "cocine en la inmensa cocina de su queridísima suegra" el Tito Chinchan en asociación con sus cuñados os trae una receta con la que os chupareis los dedos de los pies, además de sorprender a la susodicha madre de vuestra pareja con una delicatessen sólo apta para los paladares más exquisitos. El plato no se como estará, pero la presentación merece la pena ;-)
Realmente esto no es una lasaña como todos las conocemos. Sus orígenes se remontan a la noche de los tiempos, cuando mi madre, en su desesperada búsqueda por nuevas viandas que servir a la mesa, dió con la receta perfecta. Una lasaña que de lasaña sólo tiene el nombre, dado que hemos sustituido las placas de trigo duro, por patatas fritas. Esto lo hace el Buli (un cocinero famoso) en su restaurante y la gente le bebe los vientos. En fin, allá vamos. Una cosa antes, no hay foto del resultado dado que la comimos antes, ¿qué se le va a hacer? Por cierto, la receta no es vegana, es vegetariana, y no se como se podría adaptar.
"Lasaña" tito Chinchan (para cuatro personas de buen comer)
- Cuatro o cinco patatas grandes.
- Un calabacín de buen ver.
- Tres tomates pelados.
- Una cebolla hermosa.
- Seis o siete zanahorias.
- Comino.
- Sal y azucar.
- Aceite, harina y un litro de leche (para la besamel).
- Queso rallado (opcional).
Fuego 1.- Pelamos las patatas y las cortamos en rodajas finas, de tal modo que queden circulitos. Las freimos, dejándolas comestibles pero sin llegar a dorarlas. Con estas haremos las dos capas de "pasta" que necesitamos, tal y como se ve en la foto:


Fuego 3.- La besamel creo que ya he explicado como la hacemos en casa. Una cucharada bien grande de harina sobre un chorreón de aceite caliente. Removemos hasta que se tueste un poco la harina y vamos incorporando leche poco a poco. Debe ir quedando espesa la mezcla, por lo que podemos tardar perfectamente tres cuartos de hora. Se le va añadiendo comino al gusto y sal. Y así de fácil (pero algo rollo).
Resultado final. Bueno, tras el follón que hemos montado nos sale algo así (sin besamel, que no me dió tiempo luego a a hacer la foto, que se la comierón hirviendo y todo)

Con esta receta seguro que quedais muy bien ante cualquier "carnívoro" ya vereis.
Besitos.
***** Información para Pablistas *****
Buenas,
hoy tenemos dos temitas que tratar en este punto de reunión, por un lado el peso y por otro sus avances psicomotrices. ¡Ya pesamos 7 kilos exactos! Lo que nos covierte por méritos propios en el club de los verracos. Madre mía, si es que está enorme. Y con muchas partes mordibles, en especial los mofletes (que ricos, lo malo es que contrataca y te chupa, je, je) y las piernas. Dios mio de mi vida, esto no es un niño, es una maravilla de la naturaleza!!!!
En el otro plano, si está boca arriba y le pones algo cerca para que se agarre, el jodio se pone de medio lado. Hace fuerza y ale hop, para dormir de lado. Y todo esto riéndose. Lo malo es que de ahí no siempre sabe bajar y se termina agobiando, pero nadie es perfecto, jajajajajaja.
Venga, un besazo que esto se alarga mucho.
3 comentarios:
Hola
mmuy buena pinta la receta!
Para convertirla en vegana, sólo hay que sustituir la leche por leche de soja (yo he hecho bechamel con leche de soja y queda bién).
ohhh! no son horas de leer semejante receta, qué buena pinta ;)
Mi madre hace simplemente las patatas con bechamel al horno, pero lo de echarle verdurita de por medio me convence más.
Un beso grande a los tres,
Lía
Yo también me apunto. Madre mía, que hambre qué da. A ver si no tenemos mucho lío mañana y probamos a hacerla (con leche de soja).
También da hambre tu niño, como para comérselo a besos.
Un beso para todos
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