... o vida y obra de la tribu del tofu, como gusten ustedes.

1 de febrero de 2006

Cuentos vegetales

Buenas,

hoy un cuentecito, a ver si vosotros le sacais algún significado, que he oido hasta connotaciones sexuales en el mismo:

Había una vez, en una huerta lejana, una zanahoria guerrera. Puede parecerles raro que una zanahoria sea guerrera, pero era así. En este lejano huerto, vivía una cruel sandía, la cual se pasaba el día entero al sol. Crecía y crecía sin ningún tipo de rubor, marchitando a todo brotecillo que intentaba vivir cerca de ella. Un buen día, nuestra heroina decidió que esa situación debía cambiar. No podía ser que esa oronda sandía campase a sus anchas por el huerto. Ni corta ni perezosa, encrespó sus verdes hojas, cortó las raices que le unían al suelo y salió de la tierra.

"Gorda sandía" dijo la zanahoria, que menuda era ella cuando se enfadaba. "Te reto a una lucha por el poder del huerto" gritó la zanahoria guerrera. La sandía, que tenía las pepitas bien puestas, lejos de amilanarse, cortó su nexo de unión con la madre tierra y aceptó el desafío. El combate fué encarnizado. Las hortalizas gritaban "Zanahoria, zanahoria", las frutas chillaban "Sandía, sandía". Hojas verdes y pepitas salpicaban el, cada vez más rojizo suelo.

Por la mañana, cuando el tio Benito llegó a su huerta observó una curiosa escena. En el medio del huerto, dentro de un círculo hecho con frutas y hortalizas, yacía inerte una sandía con una zanahoria clavada en el centro. Desde ese día, inexplicablemente, las zanahorias crecen gordas como sandías y las sandías afiladas como zanahorias.

Es un cuentecillo que presenté a un concurso y que por supuesto me comí un colín ;-)

Besitos.

7 comentarios:

ilu.- dijo...

por aqui las 8.30 am... preciosa manera de comenzar el dia... :)

Saluditos y me alegro de que andes mejor !!!

Anónimo dijo...

Me has vuelto a mi infancia:
"tigres, tigres.... leones, leones.... todos quieren ser los campeones"

:D

Tito Chinchan dijo...

Laaaaaa, laaaaaa, la, la, la, lá (Cantesé a grito pelado mientras se imagina uno a un puercoespín rosa de casi dos metros y tendrá algo parecido a la sintonía de Barrio Sésamo)

Besitos.

Mandarina dijo...

Pero cambia el formato, que en mi ordenador al menos se ven tres líneas larguísimas y me da pereza leerlo así!!
Un beso :*

Tito Chinchan dijo...

Buenas Marina,

a ver si así:

Había una vez, en una huerta lejana, una zanahoria guerrera. Puede parecerles raro que una zanahoria sea guerrera, pero era así. En este lejano huerto, vivía una cruel sandía, la cual se pasaba el día entero al sol. Crecía y crecía sin ningún tipo de rubor, marchitando a todo brotecillo que intentaba vivir cerca de ella. Un buen día, nuestra heroina decidió que esa situación debía cambiar. No podía ser que esa oronda sandía campase a sus anchas por el huerto. Ni corta ni perezosa, encrespó sus verdes hojas, cortó las raices que le unían al suelo y salió de la tierra.

"Gorda sandía" dijo la zanahoria, que menuda era ella cuando se enfadaba. "Te reto a una lucha por el poder del huerto" gritó la zanahoria guerrera. La sandía, que tenía las pepitas bien puestas, lejos de amilanarse, cortó su nexo de unión con la madre tierra y aceptó el desafío. El combate fué encarnizado. Las hortalizas gritaban "Zanahoria, zanahoria", las frutas chillaban "Sandía, sandía". Hojas verdes y pepitas salpicaban el, cada vez más rojizo suelo.

Por la mañana, cuando el tio Benito llegó a su huerta observó una curiosa escena. En el medio del huerto, dentro de un círculo hecho con frutas y hortalizas, yacía inerte una sandía con una zanahoria clavada en el centro. Desde ese día, inexplicablemente, las zanahorias crecen gordas como sandías y las sandías afiladas como zanahorias.

Besitos.

Mandarina dijo...

Mola un montón :)

Tito Chinchan dijo...

Buenas Marina,

me alegra que te guste.

Un besazo.

Últimos comentarios

Archivo del blog