El blog de Marina

Buenas,

hace unos meses estaba un poco mustio con mi blog de cine, dado que por muchas películas que veía, las visitas eran poquísimas. Un compañero me dijo, ¿porque no abres un blog vegetariano? De este modo puedes ayudar a gente que quiera meterse en este mundo y complaces un poco ese ego que te rodea. Oye, estuve mirando por Internet y no había casi ninguna así que rapidamente me animé. Busqué con toda mi originalidad el nombre y, como vegetariano estaba cogido, cogí vegetariana. Y ale, a escribir como un tonto sobre temas vegetarianos.

Dado que siempre hace falta un poquito de publicidad para que la gente te conozca, comencé a escribir en un blog de colorines horribles que dañan la vista, pero de contenido agradable. Además, la escritora me gustaba ante el teclado, por lo que miel sobre hojuelas. Esta chica se llamaba Marina y tenía ese blog llamado Animal-humano. Poco a poco las visitas a mi blog fueron ampliándose y de este modo se extendía el germen vegetariano por el mundo, amén que mi egocentrismo crecía sin parar.

Ahora resulta que esta chica se ha aburrido de cierto sector de este mundillo y quiere cerrar el blog. No se ha aburrido de discutir contra omnívoros ni mucho menos, sino contra gente que se supone que tiene unos intereses similares a ella. Desconozco si realmente cerrará el blog o no, pero da igual que lo haga, el hecho está ahí. Es un poco triste que el colectivo de veg*anos invierta su tiempo en atacarse entre ellos mismos, cuando deberían invertirlo hacia el resto de seres humanos. La verdad es que es una pena. Joder, muchas veces pienso que prefieren que la gente sea omnívora antes que les relacionen con los malvados vegetarianos.

Y es que eso es lo que somos Marina y yo, vegetarianos. No somos ni veganos ni antiespecistas. Y nisiquiera hablamos de ellos. Pero resulta que muchos de ellos gustan en pregonar sus lindezas por aquí y allí, no se sabe bien con qué objetivo. Si desean publicitarse para sus blogs, seguro que hay modos mejores. Si desean remover las conciencias de personas como nosotros, lo llevan entre chungo y muy chungo, pasando por chunguísimo. Por que no es que no quiera ser vegano, es que cada vez que alguien me quiere argumentar gratuitamente me sale una especie de coraza que me hace cerrarme en banda.

Luego leo la mayoría de estos blogs de personas que vienen a regalar lecciones de moral, y no hay ser humano sin mucha moral que sea capaz de leerlos. Mucha moralidad, muchas letras y mucho tratar de culpabilizar al resto. Nada positivo. Nada de sentido del humor. Nada de acercamiento a quien quiera aproximarse a este mundo. En cambio leo a mi amiga Marina, a mi amiga Magari, a mi amiga Ángela, etc, y sí dan ganas de hacerse vegetariano. O por lo menos, de saber que significa esta palabra.

Bueno, un besazo para mi pequeña (y rubia, que no lo sabía yo ni me lo imaginaba) Marina y que no se sofoque vaya a ser que se le vaya la Musa.

Besitos.