... o vida y obra de la tribu del tofu, como gusten ustedes.

29 de diciembre de 2005

Para huntar (1)

Buenas,

hoy uno breve, os voy a contar como hacer un paté de berenjenas para huntar que vegetarianos y no os vais a chupar los dedos de los piés ;-)

Paté de berenjenas:
  • 4 berenjenas.
  • 1 diente de ajo (cuidado con el tamaño, que luego sale muy fuerte, mejor rectificar).
  • Medio limón hermosos estrujado (o uno entero).
  • Una cucharada de comino en polvo.
  • Un chorreón de aceite de oliva.
  • Sal y pimienta (mejor negra).
Fácil, fácil, para que no os quejeis. Cogemos las berenjenas las torturamos haciendolas cortes profundos en la piel y las metemos en el horno (a unos 200º) hasta que estén chuchurrías. Tras unos 40 minutos, más o menos, las sacamos y dejamos enfriar. Las quitamos la piel o sacamos la carne de la berenjena con una cuchara (puede suceder que la piel no se pueda quitar bien y sea mejor usar la cuchara). Echamos todos los ingredientes en un bol o utensilio similar y con la batidora (la de cuchillas mejor, que con la de montar nata no sale, je, je) le damos hasta que tengamos una pasta sin grumos.

Y ya está hecho, lo ponemos en un cuenco con unos cuchullitos al lado, una hogaza de pan y hasta que reventemos. Os recomiendo que no echeis todo a la vez, sobretodo el ajo y las especias, y vayais rectificando según gustos. Más de una de estas me he comido yo que sabían a puro ajo.

Besitos.

27 de diciembre de 2005

Los programas de cocina me ponen

Buenas,

tengo que reconocerlo, ver los programas de cocina, me pone. Es coger el cocinero de turno (Argiñano, Jose Andrés, etc) el cuchillo y cortar la cebolla y me sube desde la rabadilla hasta la base del cráneo una cosa que no se como explicar. Cortan las cebollas en lo que te cuentan un chiste (habitualmente malísimo) sin dejarse un dedo en el intento, mientras que yo tengo que respirar hondo para no echarle nada de carne (de porcino humano) al sofritillo. Siguen con las verduras, cortando en Juliana, trozos gordos, pelando, etc. Y yo miro la tele con la babilla que se me cae por la comisura, el estómago rugiendo y los ojos llorosos ante tanto arte culinario.

Luego sale la casquería fina, momento muy adecuado para secarme los ojos, echar una micción en el baño o abrirme una cervecita. Tras el momento gore, llega el momento de "cacharritos" que hace que los pelos de los brazos se me pongan como escarpias y que de mis pezones (varoniles pero hermosos) brote leche. Esa "lengua" que es una aparato para rebañar lo que queda en los boles y platos. Esas sartenes antiadherentes que ridiculizan las mías que el mango da hasta asco verlo. Esos medidores de temperatura del aceite, no como yo que tiro un cacho cebolla para ver si está entre los gritos de mi chica que siempre dice que está frio. Ese sin fin de aparatejos que no hacen sino acrecentar mi extasis culinario.

Y llegando al final, haciendome obtener un orgasmo cósmico, esos remates finales. Donde tu sirves directamente de la sartén al plato, con la misma cuchara de madera que has usado para remover, ellos sacan cazuelillas, bolecitos, platitos intermedios, etc. Esa cocina en la que caben nuestros pisos con terraza y todo, pulcros hasta el extremo, con agujeritos donde tiras la basura, trapitos que nunca se llena de mugre para sanear el cuchillo, esas encimeras que tanto sirven como para cortar, picar, apoyar, hacer el amor, para todo vamos. Y esas vitrocerámicas por la que se desliza la sarten y el cazo como si no llegasen a estar en contacto en ningún momento.

Y finalmente, haciendome comprobar que un hombre puede ser multiorgásmico, la presentación. Ese plato cuadrado donde se pone lo cocinado sobre un molde para adoptar las formas precisas, rodeando la salsita que se ha reducido durante todo el programa. Y esa ramita, habitualmente de perejil, que adorna y alegra la visión por partes iguales. Sublime.

Y si ya es como hoy, que ha salido un cocinero que contaba anécdotas tontísimas y tocaba todo con los dedos, pero que ha hecho una receta vegetariana (casi, que yo os voy a evitar el tema crustaceo) que me ha parecido curiosísima (aunque no he llegado al orgasmo ;-)

Salteado de verduras con salsa de tomate dulce
  • Unas zanahorias.
  • Un nabo.
  • Dos calabacines.
  • Habas.
  • Medio vasito de miel.
  • Medio vasito de salsa de soja.
  • Una cebolla.
  • Cinco tomates.
El salteado de verdutas lo ha hecho cortando las zanahorias, el nabo y los calabacines en tiras largas y gruesas. Ha puesto a cocer agua y ha echado las zanahorias y el nabo. Tras unos cinco minutos, ha añadido al agua los calabacines, y tres minutos después las habas. El objetivo es que las verduras queden al dente (a mi niña no le gustan así, pero a mí me encantan). Total, que ha escurrido las verduras y las ha puesto en un ¡¡¡bol con agua e hielos!!! al parecer para que dejen de cocer y se queden más sólidas. Tras un ratito de hielo, se escurre bien y se ponen en una sarten con un poquito de aceite para saltearlas. Se le da unos buenos meneones y ya tenemos el salteado. Si ya lo servimos con molde pues quedamos como Dios.

La salsa de tomate facilísima y con un aspecto buenísimo. Cortas las cebollas finitas, que ha hecho una demostración de como no cortarte que me ha hecho diluirme en el sofá, y las pone en la sartén (o cazuela que no se pegue) con aceite. Corta los tomates en ocho trozos cada uno y los añade a las cebollas medio fritas. Cuando todo esté bien frito, se pasa por el pasa-pures (o chino, dependiendo donde esteis cambia de nombre) y se deja apartado. Por otro lado, pone en una sartén con una gotitas de aceite la miel y acto seguido la salsa de soja. Deja que se reduzca a fuego no muy alto (esto lo añado yo, que sino la salsa de soja se pega) y se mezcla con el tomate.

Y voilá, ya tenemos un salteado barato y bueno (lo ha dicho él). Lo ha servido con las verduras en el centro y la salsa por los lados. Yo más bien lo hubiera hecho con una hogaza de pan y la salsa en un plato hondo ;-)

Besitos.

25 de diciembre de 2005

Nochebuena granadina

Buenas,

ya estamos en Graná (dale limosna mujer que no hay pena más grande que ser ciego en Granada). Vamos a ver que ha deparado el día de nochebuena.

El desayuno en la tierra del pan con tomate y aceite no puede ser otro, así que directos al Flanboyan (o como se escriba, que mis tios lo llaman el Flaboyá). Cafelito con leche natural (templada) y una de tomate (dos tostadas grandes con tomate picadito por encima y aceite al gusto). Con las pilas bien cargaditas, directos para el Albahicín, que tenemos la tradición mi chica y yo de comprar la lotería del niño (con el reintegro de la de Navidad, que siempre le toca al club de balonmano) en la plaza larga. Como este año tenemos premio en la barriga (parecemos los dos preñados, pero sólo lo está ella) cogemos un autobús, que no estamos para subir cuestas.

Plaza larga es increible, es como entrar en el pueblo de Asterix. Según te vas acercando se van oyendo voces y música. Cuando llegas, te encuentras un micromundo, de personas que parecen estar allí para que tu las veas y las conozcas. Merece la pena echar la mañana en esos metros cuadrados. Tras comprar la lotería del niño (que nunca nos ha tocado nada, todo sea dicho) de cabeza al bar de la esquina. Ha cambiado de dueño y ahora se llama Aixa. El año pasado era de un señor vestido de papa Noel que se pasó la hora que estuvimos cantando. Ahora hay un cartel que pone "prohibido dar el cante" pero con todo lo que se oye por la ventana, casi que se agradece. La tradición granaina para la nochebuena es poner de tapa un asadillo de calabaza que está de muerte. Además, como te lo ponen de tapa, pues con dos cervezas (o tres) sales despachao hasta la hora de la comida. Que rica la tapa, merece la pena el viaje sólo por la calabaza ;-)

A comer vamos a nuestro árabe-vegetariano de la calle de las teterías (calderería). Lamentablemente está cerrado por reformas, así que vamos al que pone en el cartel de donde sirven actualmente, una cuscusería. Nada tiene que ver con el árabe este, pero no ponen mal de comer. Mi niña Harira vegetariana (la habitual se cuece con huesos de cordero, que lo sepais) y yo un gazpacho fresquito. Y de segundo dos cus-cus vegetales que no se los salta un gitano. Y de postre un kefir para ir contentos para el hotel, en autobús, que se ha puesto a diluviar así de repente.

La noche en la casa de unos tíos míos. Excepto los habituales comentarios de "estais gilipollas", "las gambas podeis comerlas que no tienen cerebro" y "no sabeis lo que os perdeis", la cena cojonuda. Una tía mía (tengo muchas) adicta a la termomix nos sorprende con unos platos vegetarianos buenísimos. El resumen de los deglutido (a duras penas pude volver al hotel fue):
  • Puré de berenjenas para huntar (gentileza de la termomix y mi tía Sole)
  • Salmorejo sin jamón ni huevo (gentileza de la termomix y mi tía Sole)
  • Dátiles rellenos de frutos secos, hipercalóricos (mi tía Carmen)
  • Ensalada verde con granada (mi madre)
  • Queso curado (ni idea de la procedencia)
  • Patatas con champiñones gratinadas (mi madre)
  • Canelones de verduras al curry (mi madre)
  • Anguila de mazapán de postre (mi chica desde Toledo)
  • Frutos secos y algunos chocolates.
Y seguro que algo se me olvida. Mi madre me dijo a media cena que si me pasaba algo, que no dejaba ni las migajas. Y es que soy de la condición del pobre, antes reviento que sobre ;-)

Bueno, las recetillas otro día, que muchas las desconozco.

Besitos.

22 de diciembre de 2005

Los animales no son juguetes

Buenas,

joder no se ni para que escribo estas tonterías, dado que nadie me va a hacer caso, pero en fín. Resulta que como todos los años llegan las navidades y por consecuencia los regalos de reyes. Hasta aquí todo va bien (ya me he dejado una fortuna y me queda media familia, pero sarna con gusto no pica), lo malo es lo que pasa todos los años. "(niño de 3 años) Papa, papa comprame un perrito. Mama, mama, quiero que los reyes me traigan un perrito" Total, que el padre (madre) irresponsable de turno van y le compran un cachorrito al niño cabezón de los cojones. Resultado, que llegando el verano el perro se sigue cagando en la alfombra, se come los sofas y se folla los cojines. Y si los aguantas un año, crecen y ya no son "preciosos peluches" sino "el perro de los huevos". Final de la historia, la madre (padre) hijodelagranputa coge al perrito y lo tira en medio del monte para que se muera de hambre. O como salió el otro día, un hijodelagrandísima (que debería ser juzgado por maltrato animal, que está tipificado) tira dentro de la perrera a un perrito desde una altura de más de dos metros. Y todavía hay algunos muy dignos que van a la perrera a dejarlos, que por lo menos es algo.

Desde mi modesta tribuna quiero decir que no compren perritos como juguetes, que no lo son. Ahora han sacado los de Nintendo una movida que está muy bien, los Nintendogs, que es una consola que representa a un perrito, que te oye, siente que le acaricias, que le soplas, etc. Una opción maravillosa para el niño pesao que quiere un bicho de regalo de reyes para luego tirarlo como el resto de los juguetes que ya no les gustan.

En la web de El refugio teneis información sobre este tema (el del abandono). Y en la web de Nintendo (si teneis los altavoces los ois ladrar a los perritos) teneis los datos sobre la pequeña maravilla tecnológica que han creado. Chapó para los de Nintendo, que dudo que lo hayan hecho por los animales, pero lo importante es el resultado.

Bueno, y abandonando el lenguaje soez que me suele acompañar (nada que ver con la poesía de mi amiga Marina, je, je) os dejo una receta muy colorida que como entrante navideño seguro que os puede funcionar. Además tiene como virtud que se come frio, que para los vegetarianos es una virtud dado que la cocina siempre está muy llena para las "tonterías" del niño y sus "caprichitos".

Zanahorias de lujo.
  • Un paquete de zanahorias de medio kilo, cortadas en rodajas finas y largas(ligeramente transversal).
  • Un ajo muy picadito.
  • Una cucharada de postre de comino.
  • Una sopera de pimentón (dulce o picante, vosotros vereis ;-)
  • Una pizquita de guindilla (o pizcón).
  • Sal.
  • Azucar.
  • Zumo de limón (se coge medio limón y se estruja).
Freimos a fuego lento el ajito hasta que este bien doradito y tiernecito. Añadimos el comino, pimentón y la guindilla y le damos un susto en la sarten (un minutito removiendo para que no se queme). Mezclamos las zanahorias bien, pero bien bien con la mezcla esta en la sartén y le ponemos un vasito de agua. Cocemos hasta que estén tiernas laz zanahorias (importante que no nos quedemos sin agua, que la salsa es lo mejor). Echamos el azucar, limón y sal y mezclamos en frio. Y ale, lo dejamos enfriar y listo para comer.

Este plato puede ser bastante picante, así que como entrante navideño queda muy bien, y los colores son muy alegres.

Besitos.

21 de diciembre de 2005

¿Que más da ser vegetariano si se van a seguir comiendo animales los coma yo o no?

Buenas,

ultimamente he leido muchas cosas sobre temas vegetarianos y un tema muy redundante es "¿Que más da ser vegetariano si se van a seguir comiendo animales los coma yo o no?" Hace muchos años, yo también me planteaba eso y tras mucho buscar, topé de frente con este cuento que os pego aquí:

De uno en uno

En una puesta de sol, un amigo nuestro iba caminado por una desierta playa mexicana. Mientras andaba empezó a ver que, en la distancia, otro hombre se acercaba. A medida que avanzaba, advirtió que era un nativo y que iba inclinándose para recoger algo que luego arrojaba al agua. Una y otra vez arrojaba con fuerza esas cosas al oceáno.

Al aproximarse más, nuestro amigo observó que el hombre estaba recogiendo estrellas de mar que la marea había dejado en la playa y que, una por una volvía a arrojar al agua.

Intrigado, el paseante se aproximó al hombre para saludarlo:

-Buenas tardes, amigo. Venía preguntándome que és lo que hace.

-Estoy devolviendo estrellas de mar al océano. Ahora la marea está baja y ha dejado sobre la playa todas estas estrellas de mar. Si yo no las devuelvo al mar, se morirán por falta de oxígeno.

-Ya entiendo - replicó mi amigo-, pero sobre esta playa debe de haber miles de estrellas de mar. Son demasiadas, simplemente. Y lo más probable es que esto está sucediendo en centenares de playas a lo largo de esta costa. ¿No se da cuenta de que es imposible que lo que usted puede hacer sea verdaderamente importante?

El nativo sonrió, se inclinó a recoger otra estrella de mar y, mientras volvía a arrojarla al mar, contestó:

-¡Para esta si que es importante.

más claro el agua ¿no?

El texto no es mío, pero ya lo comenté hace muchos años y me resulta muy curioso ver como cambia la mentalidad. Antes quería cambiar la forma de pensar de mucha gente, ahora me conformo con estar en paz conmigo mismo. Y que cada palo aguante su vela.

El texto original que escribí:

Una avispa no puede parar un tren, pero si picar al maquinista

y como digo dentro el texto está sacado de un libro maravilloso, excepto en el título, llamado "Sopa de pollo para el alma" de los autores Jack Canfield y Mark Victor Hansen, de la editorial Ediciones B y la coleccion Biblioteca de Bolsillo. Para que no digan que plagio nada ;-)

Besitos.

P.D: ¿No os parece un cuento precioso? Yo creo que hasta es una filosofía de vida.

20 de diciembre de 2005

¿Hasta donde quieres llegar?

Buenas,

el otro día estuve leyendo en un blog de esos que estan en los links de la derecha (se pueden pinchar, no muerden, je, je) una discursión sobre si es aceptable ser lactovegetariano o no. Por supuesto, los argumento veganos son poderosos, pero yo hago otro planteamiento. Debe ser porque me hago mayor.

Los extremismos suelen crear reticencias entre la gente, y muchas veces directamente rechazo. Por eso considero que pensar que algo es inaceptable es peligroso. ¿Que supone ser vegetariano? Puede suponer:
  • No comer animales.
  • No vestir animales, ni siquiera lana o similares.
  • No explotar animales.
  • No comer huevos.
  • No tomar leche.
  • No tomar miel.
  • Educar en esta forma de vida.
  • No comprar nada que tengo cuero, pieles animales.
  • No usar cosméticos que hayan sido testado en animales.
  • No usar medicamente probados en animales.
  • Etc.

Si lo observamos, es una lista extensa. Entonces, ¿podemos ser "intolerantes" con vegetarianos que cumplen todos los requisitos salvo que toman leche? Yo creo que no. Que si queremos que el colectivo vegetariano crezca y tenga algún tipo de peso social, lo más importante es conseguir mucha gente concienciada, aunque no sea en todos los puntos. Es mucho más sencillo dar un paso de dejar de tomar leche cuando era vegetariano, que dejar de comer animales siendo omnívoro.

Por eso considero que tenemos que tener mucho respeto y no mirar con recelo a otras formas de vegetarianismo, dado que al final lo que buscamos es la reducción de las muertes y explotación de animales, no pelearnos entre nosotros. Si yo considero que mi pareja no es vegetariana por comer huevos, lo que puedo conseguir es que esta tenga un rechazo hacia mí y al final hacia los vegetarianos. Mucho mejor es animar a la gente a reducir la ingesta de animales, que despreciarlos por hacerlo. Con el desprecio, se llega muy cerca, es decir, a quedarse donde está uno. Mi madre no es vegetariana, pero he conseguido con los años que deje ciertos tipos de carnes y coma mucha más verdura. Es un pequeño paso, pero menos es nada, ¿no?

Con esto no quiero decir que la discursión que tuve fuera de esto, ni mucho menos, así que nadie se sienta aludido. Yo creo, en mi caso personal, que el consumo de leche es un pecado venial dentro de todo lo bueno que puedo hacer para ayudar a los animales. Y quien no lo vea así, tiene un problema y dificilmente va a conseguir aderir muchos miembros a "la causa" (parece esto El Señor de los anillos ;-).

En mi casa se compran cosméticos (champúes, geles, cremas de afeitar, etc) no testados en animales. Nuestro coche lo elegimos en base a que el volante no fuera de cuero. El calzado que usamos no contiene ningún elemento animal, solo materiales sintéticos. ¿Cuanta gente es capaz de esto? Nosotros sí.

Bueno, que ya he soltado un rollo tremendo.

Besitos.

19 de diciembre de 2005

Pues no sabes lo que te pierdes

Buenas,

mi amiga Mar me ha hecho recordar una de las frases, junto al consabido y cariñoso "estas gilipollas" de mi padre, que más he oido desde que soy vegetariano. "Pues no sabes lo que te pierdes" se oye mucho cuando le comentas a alguien que no quieres jamón porque eres vegetariano. Yo creo que es que la gente es gilipollas y no tiene el más mínimo cerebro. O eso, o que los vegetarianos venimos de Venus, el planeta ese donde no conoces el jamón.

Vamos a ver, la mayoría de vegetarianos lo somos tras haber pasado una larga temporada siendo omnívoros. Un buen día, decidimos eliminar de nuestra dieta los cadáveres de animales y alimentarnos básicamente de verduras. Esto no quiere decir que no hayamos deglutido con anterioridad reses y bueyes como para parar un tren, simplemente significa que no vamos a comernos ninguno más.

Ganas dan de decir "¿Nunca te has insertado via rectal una botella de sidra El Gaitero? Pues no sabes lo que te pierdes". Que es que todo el mundo sabe de todo y tiene la posibilidad no sólo de opinar, sino de adoctrinarte desde su púltito de ignorancia suprema. Análogamente, le pueden decir a una monjita "¿Nunca ha practicado sexo? Pues debería probar los nuevos consoladores triples, que estimulan ano, vagina y clítoris" que si se recupera del infarto que la puede dar, seguro que les sonrie con cara de circunstancia y te dice algo así como "No, hijo, no". Pero esto seria una total falta de respeto hacia el colectivo católico, mientras que el colectivo vegetariano "esta gilipollas".

Besitos.

P.D: Cada día soy más fino y refinado en los comentarios ;-)

18 de diciembre de 2005

Una de callos (o como jugar con los sentimientos)

Buenas,

hoy hemos tenido comida familiar, con mis hermanos, mi padre y su mujer. Hemos ido a un sitio que no me gusta nada, que es una sidrería en la que la especialidad es el cabrito y similares. No me gusta, no por las especialidades, sino porque hay mucho ruido y los camareros son un poco desagradables. Pero bueno, al caso. Han puesto para picar una tapita de callos con garbanzos. Si hay algo que me de más grima que el pato laqueado de los chinos (por aquello que lo trocean en vivo) son los callos. El olor me repugna totalmente y el aspecto me parece vomitivo. Me parece incomprensible que alguien se pueda comer esa especie de panal de abeja blando. Total, que como me estaba dando muchísimo asco y a ellos no parecía importarles, he hecho algo que hacía muchos años que no hacía, he dicho algo así "¿Los callos son las paredes del intestino? ¿Por donde circula la mierda del animal? Lo habrán lavado bien." Mano de santo oye, a los dos segundos el camarero ha sido solicitado para retirar las dos tapas de callos entre improperios familiares (los dicen con amor).

Eeto me ha recordado al principio de ser vegetariano, que hacía muchas veces algo similar. Si alguien comía un trozo de vaca, pues yo mugía a su lado, si era oveja balaba, etc. Habitualmente el comensal no hacía ni puto caso, pero en ocasiones decia que no quería comer más y me insultaba o similares. Eso es evidentemente porque es muy fácil comerte una vaca si está fileteada y con salsa, pero si tuvieran que matar ellos al animal, los vegetarianos seriamos legión.

Para terminar, hace poco (joder, un par de años, como pasa el tiempo) mi madre me contó que no iba a comer nunca más carne de oveja ni similares. El motivo es que iba por el campo con unos amigos y vió una granja de ovinos en los que supongo los conducían al matadero. Me contó que se pegaron una tremenda llorera allí oyendo "los balidos de los corderos". Pero lo que más me sorprendió fue que me dijo que una de las que más lloraron, cuando bajaron al pueblo, se zampó una porción de oveja entre pan y pan. Y me hizo mucha gracia su indignación al respecto.

En fin, supongo que todos somos en el fondo vegetarianos y tenemos que rascar un poquito el barniz para sacarlo. Del mismo modo, posiblemente se terminaría al explotación infantil si cada vez que compramos un balón de futbol (por ejemplo), vieramos las condiciones que vive la persona que los ha fabricado. Pero esa es otra batalla.

Besitos.

16 de diciembre de 2005

De compras por el Eroski

Buenas,

esta tarde he salido tarde del trabajo y me he acordado que mi niña quería comprar unos roscos de vino. Yo la había dicho que se hacían con manteca de cerdo, pero ella estaba convencida que no. Total, que he ido al centro comercial y me he puesto a buscar algunos dulces navideños que pudieramos comer.

A los 10 minutos he empezado a sentir una tremenda aversión hacia los villancicos, no me quiero ni imaginar la impresión que tendran de ellos los que trabajen allí y tengan que oirlos durante 10 horas al día. Me he acordado que me dijo mi chica que en los centros comerciales había calzado sin cuero, por lo que he echado un vistazo. Más que un simple vistazo, he recorrido toda la sección de calzado. Hacía tiempo que no sentía tanto asco en un sitio. Que peste, que olorazo a cuero por toda la sección, que mal rollo. Total, que tras recorrer todos los zapatos que he visto he llegado a la conclusión que si pones una solapa de cuero, haces que el producto se venda mejor, dado que zapatos que me daban hasta verguenza de coger de lo malos que eran tenía una etiquetita que ponía "¡Solapa de cuero!" Como si eso fuera algo bueno. Así que con la decepción me he puesto con los roscos.

Como ya sabía yo, los roscos eran todos con manteca de cerdo. Lo que más me ha fastidiado es que todos los dulces navideñas traen la parte grasa del puerco, salvo unos tristes mantecados que inspiraban cualquier cosa menos apetencia de comerlos. Así que me he comprado unos papa noeles de chocolate para el arbol de Navidad y para casa.

Por suerte se me ha ocurrido entrar en el herbolario a por unas hamburguesas, dado que ahí he encontrado unos roscos que no tenía manteca. A precio de oro y sin azucar, pero roscos de vino a fin de cuentas. Todavía no se como estarán de sabor, pero por lo menos he logrado el objetivo.

Besitos.

P.D: Una pandereeeeeeta sueeeeeeena!!! Sal de mí, canción infernal ;-)

15 de diciembre de 2005

La empanada de mi niña

Buenas,

esta noche he llegado a casa después de un día malo. En el trabajo, malo malo, de esos días que no te importaría borrar. Ya ha amanecido mal cuando estaba soñando que hablaba con un amigo al que no le oigo bien y para mi horror he descubierto que quien hablaba era la radio y era la hora de levantarse. Frio y más frio. En curro, ya os he contado. Y el entrenamiento de los chavales (entreno a porteros de balonmano) para olvidarlo rápidamente. Total, que llegaba destrozado a casa y desde el descansillo he olido un aroma fabuloso. Como en las películas de dibujos animados que el cerdito vuela al olor de la tarta, pues yo igual hasta casa. Abro la puerta y está en el fuego la famosa (en nuestra casa) empana de mi niña, que está de muerte. Ahí va:

Empanada de verduras.
  • Ajo y laurel.
  • Un cebolla.
  • Tres zanahorias.
  • Un pimiento verde mediano.
  • Un calabacín mediano.
  • Berenjena pequeña (opcional).
  • Una lata pequeña de tomate triturado (de 400).
  • Media pastilla de caldo vegetal.
  • Sal, pimienta, azucar y tomillo.
  • Masa de hojaldre para empanadas (La cocinera).

Echamos en la sarten con aceite caliente un ajo entero (sin trocear) y la hoja de laurel. Cuando huela a ajo hecho (este fritito) le añadimos la cebolla picadita finita. En el momento que tengamos la cebolla doradita y blandita, echamos las verduras restantes bien picaditas. Cuando esté todo doradito (al gusto) le añadimos la lata de tomate triturado (si queremos con tomate natural, pues ale, a picar tomates). Añadimos las especias que hemos dicho y dejamos que se evapore el agua que tiene el tomate, hasta dejar un sofrito consistente. Todo se hace en unos 20 minutos.

Por otra parte, preparamos sobre papel albal la masa de hojaldre, extendiendola un poquito. Echamos dentro el sofrito, cerramos la empanada y la metemos al horno (mejor si está precalentado). Cuando veamos que se dore la masa, la sacamos, dejamos que se enfrie un poco (dado que por dentro quema muchísimo) y servimos.

Y ya está. Bueno, os dejo que mi olfato me indica que es hora de mover el bigote.

Besitos.

14 de diciembre de 2005

Las patatas con carne de mi madre

Buenas,

estaba recordando yo, para contaros, como fueron mis comienzos vegetarianos y nada mejor que contar algunas anécdotas que tuve. Como ya os conté, mi madre inicialmente fue muy reticente sobre el tema. Más adelante, viendo que su hijo seguía siendo totalmente normal, empezó a adoptar una forma de alimentación similar, aunque en ningún caso igual. Perfectamente recuerdo sus intentos por adaptar platos carnívoros al vegetarianismo, como sus famosas patatas con carne (de soja).

No se si alguna vez habeis comprado carne soja texturizada del tamaño de una falange de dedo gordo. Es una pieza que mi hermano definía como "¿quien está cociendo las bolitas del perro?" por su atractivo aspecto, je, je. Total, que cuando se las enseñé a mi madre rápidamente optó por hacermelás con patatas. La verdad es que el guisote tiene buena pinta, pero hay que tomarlo frío. ¿Porqué? Por que resulta que estas cosas que hay que hidratarlas para poder ser consumidas tienen la nefasta constumbre de no saber cuando el agua que las pones es para hidratarlas o para cocinarlas. Así que, cuando muerdes una pieza de estas que ha estado cociendo más de media hora junto con diversas legumbres, el resultado es inevitablemente una abrasión en la lengua por el líquido que está almacenado en el interior que te la deja como el esparto. ¿Cuantas veces me habré quemado la lengua y la traquea comiendo las famosas patatas con carne de mi madre? Por suerte no muchas, dado que conseguí convencerla que yo sabía cocinar y la mayoría de las veces me hacía yo la cena.

Aunque bien es cierto, que la cocina vegetariana de mi madre es excepcional. Pero sólo la que crea ella a partir de ingredientes vegetarianos, no las adaptaciones que hace, que suelen ser de resultados catastróficos, je, je.

Como anécdota final, una noche me dijo "Te dejo unas patatas con carne de soja en el fuego. En media hora las quitas". Total, que a eso de las 4 de la madrugada estaba yo soñando que había un incendio en la casa. Me desperté totalmente acojonado por el sueño, cuando descubrí que la casa no ardía, pero que olía que te morías a quemado. "Las patatas" me vino a la cabeza como un mazaco en el costillar. Me levanté cagando leches y el resultado fué una especie de carbón metido dentro de una cacerola con un poquito de patata por encima. Así que una hora metido en el cuarto de baño tratando de despegar en engrudo de la cacerola sin hacer demasiado escándalo. Todavía tengo pesadillas al respecto.

Besitos.

13 de diciembre de 2005

Romanescu al horno

Buenas,

una de las verduras que más gracia me hacen es el romanescu, dado que parece más la fortaleza galáctica de los cliks de Famobil que una verdura. El romanescu es un cruce entre brecol y coliflor, de color verde. También puede parecer una coliflor Hulk (joder que chiste más malo). Es rico en vitamina C sobretodo si se toma crudo, y posee aneurina, caroteno y muchos minerales beneficiosos (si poneis el el google romanescu, es el primer enlace de donde he sacado esto). Bueno, que el otro día lo tenían en la frutería y compramos uno, así que la receta es la siguiente:

Romanescu al horno
  • Un romanescu (aunque vale un brocoli o una coliflor).
  • Una cebolla.
  • Leche.
  • Una cucharada sopera de harina.
  • Comino o curry (no recomiendo mezclar).
  • Sal y pimienta.

Cortamos el romanescu en trozos y lo metemos en la olla express durante unos 12 minutos (importante que la olla tenga agua y contar los minutos a partir de que de vueltas el pitorro, que si lo metemos sin ponerlo al fuego no se hace ;-)

Por otro lado, cortamos la cebolla finita y la freimos. Cuando esté doradita, añadimos la cucharada de harina y removemos bien. Vamos incorporando leche sin dejar de remover, hasta que obtengamos la besamel como más nos guste. Le ponemos el comino, la sal y la pimienta y tras removerlo bien, lo apartamos del fuego. Podiamos haber añadido a la besamel nueces o piñones, a nuestra elección. Casi todo le queda bien.

Ponemos el romanescu escurrido en una fuente de cristal o barro que se puede meter en el horno (y que no estalle, claro) y le ponemos por encima la besamel. Un poquito de queso por encima y al horno hasta que veamos que eso tiene una pinta doradita (o hasta que nos pueda el hambre, lo que antes pase).

Espero que os guste la recetilla.

Besitos.

12 de diciembre de 2005

Omnívoros del mundo, gracias por vuestra comprensión.

Hoy toca tema serio. Vamos a ver, leyendo el blog de mi amiga Marina leo una cita que da título a este post. Resulta que ahora los vegetarianos tenemos que pedir compresión de los "omnívoros" (por decir algo, que hay muchos carnívoros con alergia a todo lo que no haya tenido respiración pulmonar o branquial). Pues no, señores, no. Los vegetarianos no tenemos que pedir comprensión de nadie. Cada cual tiene sus creencias y las aplica como quiere y Dios (cada uno el suyo) le da a entender.

Los vegetarianos tenemos que ir con la cabeza bien alta por el mundo, mostrando que somos como somos por que tenemos principios y somos coherentes con ellos. Un ejemplo (de los que me gustan a mí), comparemos ser vegetariano con ser católico. Resulta que los vegetarianos tenemos una serie de normas que, básicamente, se resumen en una "No consumirás animales". Si no la cumples, no eres vegetariano. Bien, los católicos tienen básicamente diez, reunidas en unas tablas, más todos los pecados y pecadillos que con el tiempo se han ido añadiendo.
  • Amarás a Dios sobretodas las cosas -> Bueno, depende, ¿el futbol cuenta?.
  • No tomarás el Nombre de Dios en vano -> "Cachis en ......" No comment.
  • Santificarás las fiestas -> Si, todos salen corriendo cuando llega un puente a la playa o similares a santificar esa fiesta.
  • Honrarás a tu padre y a tu madre -> Y no les dejarás en el asilo cuando incordien en casa.
  • No matarás -> Por que van a la carcel, que viendo las caras de los conductores, no lo tengo demasiado claro.
  • No cometerás actos impuros -> Las felaciones, cunningulis, sexo anal, relaciones sexuales prematrimoniales, etc, ¿son actos impuros?
  • No robarás -> ¿Ni aunque me paguen en dinero negro? ¿Ni escaquearme de pagar impuestos? ¿Ni comprar cedés en el top manta?
  • No dirás falso testimonio ni mentirás -> Este me da la risa.
  • No consentirás pensamientos ni deseos impuros -> O sea, que no pueden mirar a las chichas/os e imaginárselos desnudos.
  • No codiciarás los bienes ajenos -> O sea, que no puedes tenerle envidia al que le ha tocado 43 millones en el Euromillón.

¿Quien no conoce a un católico practicante que no evada impuestos?, ¿que no se masturbe con mujer/ hombre ajeno/a? ¿Que vaya a misa regularmente y mienta más que hable? ¿Que no venere más a su equipo de futbol que a su Dios? ¿Que no case por la iglesia tras haber cometido miles de actos impuros con su pareja? Etc.

Creo que queda claro que seguir los diez mandamientos de la religión cristiana es un poco complicado y que la mayoría de personas que se consideran católicas no los cumplen. Con esto no quiero criticar, ni mucho menos, a la religión católica, sino simplemente ilustrar un tema de respeto y comprensión.

Por lo tanto, si los católicos no necesitan pedir comprensión ni respeto incumpliendo sus propios mandamientos, nosotros menos. Es más, muchas veces las religiones (no sólo la católica) exigen derechos que no tienen como propios utilizando métodos que si un vegetariano los aplicara, iría derechito a la carcel (o a comisaría).

Entonces, ¿que comprensión tenemos que pedir? Ninguna, bastante tenemos con aguantar tonterías y gilipolleces de personas incoherentes, falsas e hipócritas.

Ale, que agustito me he quedado. Ahora a esperar los comentarios de los damnificados con mis palabras.

Besitos.

P.D: Espero que mis lectores no vean lo que no es. Que no me meto con los católicos!!!!

11 de diciembre de 2005

Pasta con setas

Buenas,

en la compra semanal en la frutería fuí acompañado de mi niña, que suele escaquearse de estos menesteres. Total, que había unas setas de cardo que yo nunca hubiera comprado, dado que estaban a 16 euros el kilo. Pero como donde hay patrón no manda marinero, pues compramos cuarto de kilo. Y por esto la receta de hoy.

Pasta con setas de cardo.
  • Cuarto de kilo de setas de cardo cortadas en laminas gruesas.
  • Un tomate pelado y laminado finito.
  • Una cebolla en trocitos pequeños.
  • Perejil.
  • Sal y pimienta.
  • Farfale (una pasta en forma de lacito, pero vale cualquiera) tricolor.
  • Vino de cocina (opcional, como siempre).

En una sartén grandecita (que quepa todo) freimos la cebolla hasta que esté tiernecita. Le añadimos el tomate y reducimos el sobrante de agua. Ponemos las setas y bajamos un poco el fuego para que se haga lentamente. Cuando quede una salsa espesita, añadimos el perejil (mucho mejor fresco) y salpimentamos al gusto. También se le puede añadir media pastilla de caldo vegetal. Si hemos optado por el vino de cocina, este es el momento, recordando que debemos dejarlo cociendo (la salsa) hasta que el vino se evapore.

Por otro lado, hacemos la pasta siguiendo las instrucciones del paquete. Juntamos toda la mezcla (la pasta escurrida ;-), removemos bien y ale, ya tenemos hecha la cena.

Espero que os guste.

Besitos.

7 de diciembre de 2005

Calzando vegetarianos

Buenas,

esta mañana me ha pasado una cosa que no pasa de simple anécdota, pero que me ha recordado un tema. Estábamos para salir de casa ya, cuando he cogido las zapatillas "elegantes" para ir a trabajar y se me ha roto el cordón. La cosa no ha pasado a mayores, dado que me he puesto otras y todos tan contentos. Pero me he acordado de los problemas que tenemos para calzarnos, dado que habitualmente, las personas que no comemos animales, tampoco los vestimos.

Sin entrar en polémicas sobre la incongruencia que puede ser el hecho de no comerlos pero si vestirnos, os quería preguntar que haceis a la hora de calzaros. Según mi experiencia, en el caso de las mujeres es mucho más sencillo que en los chicos. Para ellas hay una oferta en telas y plástico bastante amplia, pero para nosotros lo tenemos jodido. En calzado deportivo es muy normal que encontremos zapatillas sin cuero, pero en ropa formal, nada de nada. Yo, lo único que he encontrado (también he buscado poco) es una tienda que se llama "Los Guerrilleros" que es una cadena, que tiene zapatos de puro plástico que dan bien el pego. Lo malo que son tan malos que sólo los puedes usar para ciertas ocasiones (bodas, bautizos y comuniones) dado que para uso diario como que nó.

También he visto páginas webs británicas que ofrecen gran variedad de zapatos para veganos, así que tendré que hacer algo al respecto. Y con esto de los vuelos baratos, sale mejor ir a por ellos que te los manden, que los portes son de locura.

Mi pregunta es, ¿que haceis a la hora de calzaros? Ale, a ver si hay alguien al otro lado.

En la sección gastronómica de hoy, tenemos:

Pasta al calabacín con nata
  • Un calabacín.
  • Una cebolla.
  • Un bote de nata (no se si existe nata completamente vegetal o un sustituto para veganos).
  • Pasta, la que querais.
  • Sal y pimienta.

Esta receta es muy sencilla y muy en la linea de "sólo tenemos un calabacín en la nevera y el bote de nata caduca mañana", je, je. Cortamos en daditos la cebolla y el calabacín. Freimos la cebolla hasta que esté tierna y añadimos el calabacín. Cuando este también esté tiernecito, le añadimos la nata y la "reducimos" (o sea, que se evapore un poco el líquido sobrante).

Por otro lado, cocemos la pasta siguiendo las indicaciones del paquete (podemos enriquecer con una pastilla de caldo vegetal), la escurrimos y mezclamos con la salsa. Esto lo salpimentamos y directo al plato. No se tarda en hacer ni 15 minutos y el resultado es bastante bueno.

Ale, besitos para todos y todas.

P.D: Con respecto al calzado, me pasó una vez en el Corte Inglés una anécdota. Le dije al vendedor "¿Teneís zapatos que no sean de piel?" Me miró de arriba abajo y me dijo "Aquí sólo vendemos cosas de gran calidad". Con lo que me dejó el coño tieso. No le dije, y lo lamento, "Pues eso quiero, unos zapatos de gran calidad que no sean de cuero" pero es que nos quedamos mi chica y yo con tal cara de pasmo que ni reaccionamos. Que limitadas son ciertas mentes.

6 de diciembre de 2005

Reducción de garbanzos al laurel

Buenas,

que fino que me he levantado hoy, de verdad. Me he acordado de el otro día que me dijo mi niña que ya sabía lo que era en cocina una reducción, que no es ni más ni menos que la evaporación que se produce al cocinar, pero no la de cocer la pasta. Al parecer, si estas haciendo un sofrito de lo de toda la vida de cebolla, ajo y tomate, puedes llamarlo "reducción de verduras" y quedarte más agusto que un arbusto. Que lindo es el castellano, que permite crear palabras que definen lo mismo que otras para hacer quedar al resto como tontos. Ya sólo me queda saber que es un plato "decostruido" y podré morir en paz.

Potaje de garbanzos al laurel (al estilo de mi niña).
  • Chalotas (estaban de oferta en el super, valen las cebollas pero no son tan ricas).
  • Un diente de ajo.
  • Una hoja de laurel.
  • Un bote de garbanzos precocidos.
  • Espinacas.
  • Un tomate (mejor si se pela antes, pero no es imprescindible).
  • Una pastilla de caldo vegetal.
  • Sal, pimentón y pimienta.
  • Un chorrito de vinagre.
  • Verduras opcionales. Este día lo hicimos sin más cosas, pero se pueden poner pimientos, zanahorias, etc.

Calentamos un poco de aceite y cuando esté caliente, le añadimos el ajo pelado y la hojita de laurel. Casi de continuo, se añade la chalota picadita en rodajas finas. Cuando olamos que la cocina tiene un aroma a chalota doradita (o cuando veamos que están tiernas, como prefirais), añadimos el tomate troceado. Tras la "reducción" del agua del tomate ponemos las espinacas troceadas. Un poquito más tarde, cuando la espinaca se quede tierna, añadimos los garbanzos. Es importante que estos, al ser de bote, los lavemos bien para que no sepan a conservantes.

A esto se le añade la sal, el pimentón, la pimienta, la pastilla de caldo vegetal y un vaso de agua (que cubra el potaje). Se le da un meneo con la cuchara de palo, se le pone el chorreón de vinagre y lo dejamos 10 minutos cociendo. Y si aquí no huele la cocina de miedo, podemos tirar el engrudo que habreís cocinado ;-)

Si queremos añadir las verduras, tiene que ser después de las chalotas, aunque teniendo en cuenta lo que tarden las verduras en hacerse. Si se quiere añadir arroz, se pone cuando los garbanzos pero se deja cociendo 15 minutos en total.

Ale, y a flatearse a gusto con este rico potaje o reducción, como ustedes deseen llamarlo.

Besitos.

3 de diciembre de 2005

Escenas desagradables

Buenas,

hace poco leí el comentario de Sharon de thinkvegan donde me preguntaba que porque había puesto en mis enlaces un comentario sobre su página diciendo que incluía fotos "desagradables". Rápidamente le contesté, dado que no tengo ningún ánimo de ofender a compañeros, pero me quedé pensando un rato y me dije, "voy a comentar el tema, que no tengo nada mejor que hacer, je, je".

La última ver que fuí a la frutería había algo de cola. En lo que esperaba, me quedé fijando en la pescadería que hay justo en frente, dentro del mismo recinto. Allí estaba el pesacadero, que seguro es una buena persona que quiere mucho a su hijos, despedazando un pez enorme, agarrandole de las agallas y enseñándole la pieza a la clienta. Esto, que para mucha gente es de lo más normal, me pareció una crueldad terrible y una atrocidad. Hacía mucho tiempo que no me pasaba esto, debe ser que estoy mucho más sensible, pero me sentó fatal presenciar dicha escena. Ni que decir tiene que la carnicería ni la miro, que ahí si que me da asco siempre.

También es muy típico que estés comiendo en algún lugar común , un restaurante, un bar, un comedor, y que tu contertulio se esté metiendo entre pecho y espalda un filetazo, un pez muerto o un trozo de cerdo loncheado. Y esto puede llegar a dar mucho asco a un vegetariano, además de sentarle mal. Poniendo el ejemplo que más me gusta, el religioso, podría ser comparable a estar blasfemando al lado de un beato o cagarte en Dios, todos los apóstoles y el monte de los olivos cuando conversas con un religioso. El tema teológico seguro que se comprende como una falta de respecto, mientras que el tema especista se considera como una gilipollez y una decisión nuestra que no tiene porqué afectar a los demás. Curioso rasero el que se sigue, desde luego.

Con esto quiero decir que ya bastante desagradable suele resultar vivir en una sociedad no vegetariana como para ver además imágenes desagradables en páginas amigas. Por supuesto que cada uno ve las cosas como quiere y desde su punto de vista. A mí personalmente me resulta de poco agrado, dado que bastante mentalizado estoy ya con el tema, pero la gente a que realmente necesitaría ver esto, seguramente nunca llegue a verlo.

Por este motivo, hay ciertas cosas que no me gustan ver, aunque existan. Como no me gusta ver a niños muriendo por la tele, la pobreza que se ve al salir a la calle, etc. No es que quieres esconder los temas, es que ya de por sí tenemos problemas, como para que nos recuerden que hay más que olvidamos de vez en cuando.

Que serio que me ha salido esto, yo que lo quería hacer alegre y facilito de leer.

Besitos.

P.D: La web de thinkVegan me encanta y os la recomiendo, aunque de vez en cuando salen fotos que puedan resultar violentas, pero es lo que hay.
P.D.2: Hoy no traigo receta, pero mañana mi niña os va a contar (quizá lo escriba yo) como hacer un potaje de esos que provocan grandes y alegres ventosidades, que siempre viene bien reirse.

29 de noviembre de 2005

Mi primer día de vegetariano

Estaba yo el otro día pensando un tema que contaros y me acordé de mi primer día de vegetariano, que buena memoria que tengo. Resulta que cuando alcancé la mayoría de edad empecé a sentir unos nuevos aires de libertad, a salir por sitios que antes no imaginaba, a relacionarme con nuevas personas e ideas, a trasnochar, etc. Una zona por la que salía mucho era por Malasaña (en Madrid, España). Por allí había una serie de locales, entre los que destacaba una asociación de Hare Krisna (como se escriba) que eran vegetarianos y daban de comer gratis y unas teterías vegetarianas. Al principio el tema del vegetarianismo me parecia una estupidez, más para mí que me comía las vacas con cuernos y todo, y cuanto más sanguinolientas mejor. Y sobretodo porque la verdura me parecia algo repugnante y que engordaba (no hay más que ver lo gordas que son las vacas).

Pues bien, una noche me acosté siendo voraz carnívoro y al día siguiente, sin más reflexión que la de esa noche, decidí que nunca más me comería ni un animal. Debí ordenar bien las ideas esa noche, dado que tomé la decisión que ha marcado mi vida en ocho horas. Total, que por la mañana, nada más levantarme se lo conté a mi madre.

El comienzo, tengo que decir que fué muy duro. Primero me dijo "Vegetariano, ¡pero si no te gustan las verduras!" Razón no le faltaba, desde luego. Sólo me gustaban las patatas (fritas) y las zanahorias (crudas). Pero yo seguí en mis trece.

Después dijo "¿Y que hago con el pollo que compré ayer?. Este te lo comes". Mi madre aún no había comprendido bien el alcance de mi nueva decisión.

Finalmente me intentó partir (como hacen las madres, no los macarras) una parrilla que compró una semana antes para mí, dada las grandes cantidades de carne que comía.

Así que, con la primera batalla ganada en casa, salí a buscar información sobre como se debe alimentar un vegetariano, aunque esa es otra historia.

En la sección de recetas del tito Chinchan, hoy tenemos un plato muy adecuado para las cenas de Navidad en las que pasan por delante nuestro corderitos que sólo les falta balar:

Pimientos rellenos (para tres personas con un peso total de unos 250 kilos):

  • Tres pimientos.
  • Arroz blanco (tres puñados o más dependiendo de lo gordos que sean los pimientos).
  • 200 gramos de champiñones.
  • Una cebolla.
  • Una hojita de laurel.
  • Sal y tomillo.
  • Queso para untar (opcional).
  • Palillos ;-)
  • Vino de cocinar (opcional).

Picamos finita la cebolla y los champiñones. Freimos la cebolla hasta que esté tierna y le añadimos la hoja de laurel y los champiñones. Mantenemos el fuego medio hasta que se consuma el agua desprendida y le ponemos un buen chorreón de vino de cocinar. Cuando se consuma de nuevo el líquido, lo mezclamos con el arroz blando previamente cocido (con 10 minutos a fuego medio se cuece). A esta mezcla la añadimos la sal que queramos y el tomillo.

Por otro lado, abrimos los pimientos cortando la "tapa", de tal modo que tengamos fácil acceso a todo el interior del pimiento. Esta tapa no la tiramos, sino que la lavamos juntos con el resto del pimiento. Las pepitas, por supuesto, hay que quitarlas. Una vez limpito, metemos el relleno dentro del pimiento, ponemos una buena capa queso de untar a modo de tapón (si queremos) y cerramos con la tapa. Con ayuda de los palillos, fijamos la tapa al pimiento y listo para meter al horno. La duración en el horno es muy relativa. La idea es que estén dorados y que la piel salga con facilidad. Perfectamente puede que tarde una hora en el horno, así que sed previsores. E id dando vueltas a los pimientos!!!

Este plato requiere de mucho horno, por lo que si lo quereis comer en casa ajena, tened en cuenta que es mejor que lo lleveis hecho de vuestra casa y que lo calenteis en el microhondas. No sereis los primeros que os quedais sin cenar pimientos porque hay un ternasco haciendose en el horno.

Besitos.

28 de noviembre de 2005

Nutricionistas F.C.

Vivimos en un país de entrenadores, políticos, nutricionistas, etc. Hay un partido de futbol de la selección y todos sabemos que es lo que debería hacer el seleccionador. Conocemos como atacar un sistema defensivo basado en dos centrales con un pivote flotante, sin haber estudiado nada de futbol. Sólo con la autoridad que nos concede ver los partidos en el bar de abajo con los amigos y rodeados de cervezas y patatas a la brava.

Pues con los vegetarianos pasa lo mismo. Nadie tiene ni idea de nutrición, sólo saben de este tema que del cerdo sale el jamón y poco más, pero todo el mundo se aventura a decirte lo que debes comer y lo absurda que es tu decisión. Le comentas a alguien que eres vegetariano (con lo que supone de la información que te has leido y los años de experiencia) y te sueltan "te harás análisis, que te puede dar una anemia" o "¿Tu no sabes que hay que comer de todo?". Y lo peor es que te lo dicen personas que lo más cerca que están de productos vegetales es cuando apartan la guarnición del filete.

¿Por qué la gente se cree con autoridad para decirte lo que debes o no debes comer? ¿Por qué, si no tienen ni idea y siguen dietas raramente equilibradas, postulan sobre nutrición como auténticas eminencias? ¿Por qué se atreven a contradecir las decisiones de personas adultas preocupadas por temas como la explotación animal, la salud del planeta o la suya propia? No lo comprendo. Pero ya se sabe, en España, todos sabemos como resolver los problemas del país, todos sabemos como solucionar la crisis del Madrid y, por supuesto, sabemos que los vegetarianos son gilipollas. En fin.

Dado que mi menú semanal es un poquito rollo, voy a poner lo que más relevante me parezca. Hoy vamos a ver como rebozar las croquetas que dejamos colgadas el otro día.

Dado que soy lactovegetariano, pues no tomo huevos. Para los rebozados hay varias soluciones que van bastante bien. Con harina, cerveza y levadura (de Royal, por ejemplo), mezclado cuidadosamente, se puede obtener una masa líquida de una textura y color muy similar a la del huevo. Otro modo es mezclando harina de maiz o de garbanzo (esto no lo he probado nunca) con agua, que también se consigue lo mismo. Yo actualmente uso una harina de la marca "Yolanda" que la podeis encontrar en los Hipercor, que mezclada con agua sirve igual que el huevo. Independientemente de si usamos huevo o un sustituto, el reboce es muy sencillo.

Croquetas (y 2)

La masa debe haber estado en el frigorífico desde el día antes, para que se endurezca un poquito más. Pondremos dos platos hondos, uno con el huevo batido (o sustituto) y otro con pan rallado. Opcionalmente, podremos usar otro con harina. Con dos cucharas cogemos un poco de masa (del tamaño que queramos la croqueta) y la pasaremos por la harina (si queremos). Luego la pasamos por el huevo y finalmente por el pan rallado. No es necesario que las toquemos con las manos, aunque no pasaría nada.

Y ya están listas para freirlas. Os recomiendo para freirlas que el aceite esté muy caliente y que cuando las saqueis las pongais sobre un plato con un papel de cocina por encima para que absorba el exceso de aceite.
Si os sobran muchas sin hacer, se pueden congelar sin mucho problema, sólo que cuando las querais hacer, el aceite saltará más por las partículas de hielo que tengan las coquetas. Una vez hechas no creo que queden buenas congeladas.

Besitos.

25 de noviembre de 2005

Mi amigo el frutero

Ayer fuí a mi nueva frutería preferida, dado que cada cierto tiempo cambio buscando donde mejor estén las cosas. Y es que hay muchísima diferencia entre unas y otras. Por ejemplo, compré medio kilo de champiñones, que habitualmente de ellos hago croquetas. Pues bien, se me ocurrió picar todos aquellos champiñones duros y blancos que me había dado. ¿Que pasó? Que puedo invitar a croquetas a todo el bloque, dado que los champiñones perdieron poca agua, y no menguaron como de costumbre.

¿El motivo de esto? Que los champiñones que compraba antes eran bastante malos en comparación con los de la tienda nueva. ¿Y a qué conclusión nos lleva esto? A que los vegetarianos, que nos gastamos en la cesta de la compra mucho menos que los "omnívoros" deberiamos buscar aquellas fruterías en la que mejor género tengan. Paraos a pensar en cuanto os gastais en comer vosotros y preguntadle a un no vegetariano cuando gasta en filetes y similares. Vereis que, aún comprando en el sitio más caro vuestra comida, os saldrá más barata que a los carnívoros. Otra ventaja más.

¿Y porqué mi amigo el frutero? Pues porque no se que tengo, que a los dos días de ir a una frutería me tratan siempre como si fueramos amigos de toda la vida y me intentan endiñar el género de peor calidad. Por suerte ya estoy curtido, que la gente tiene un morro que se lo pisan y en cuanto ven que dudas, te cascas lo de peor calidad. Aún así, que diferencia de calidades, madre mía.

El menú de ayer:

Desayuno en Chus's Bar.

Comida especial en el chino. Especial porque quedamos unos amigos y lo pasamos genial, dado que la comida, la de siempre. Un chupito para desengrasar.

Cena: Noquis con salsa al pesto.

  • Noquis (una pasta de patata con forma de garbanzo gordo) de la marca Plus.
  • Salsa al pesto marca Buitoni.
  • Queso en polvo marca El Caserío.

Se cuecen los noquis, se calienta la salsa, se mezcla y se pone queso por encima ;-)

Y en añadidura a la falta de originalidad, os cuento la masa de croquetas que hice previamente y que me impidió hacer una cena mejor.

Masa de croquetas.

  • Una cebolla.
  • Medio kilo de champiñones (con esto salen unas 30 croquetas hermososas)
  • Casi un litro de leche.
  • Sal.
  • Vino de cocinar.
  • Harina.

Se pican la cebolla finita y se frie. Cuando esté tierna, se echan los champiñones previamente picados no muy finos (que luego pierden tamaño). Cuando el champi haya perdido casi todo el agua, un buen chorreón de vino. Una vez evaporado el vino, echamos unas 6 cucharadas soperas de harina y mezclamos. Vamos añadiendo leche y removiendo hasta que tengamos la cantidad que queramos de masa de croqueta. Es importante echar toda la harina al principio, dado que sino es muy complicado quitar los grumos después (aunque tampoco son demasiado graves).

La masa debe quedar bastante consistente, que sino al freir las croquetas se desahará completamente. Esto lo tapamos y cuando esté frio lo metemos en el frigo hasta el día siguiente, que ya os contaré como se hacen las croquetas.

Ale, os quejareis hoy.

Besitos.

24 de noviembre de 2005

¿Como siendo vegetariano estás tan gordo?

Si alguno de vosotros tiene un ligero sobrepeso y es vegetariano, seguramente que haya oido frases como esta. Ganas dan de decir "¿Tu madre sigue trabajando en la misma esquina?" o algo similar, pero vamos a tratar de explicar, sin llegar a las descalificaciones personales, como un vegetariano puede ser gordo (o de pecho bajo, como decía Obelix).

El cuerpo almacena reservas por naturaleza, todo lo que no gasta, o lo expulsa o lo almacena. Si un ser humano come sólo productos vegetales, pero come en cantidades industriales, ¿que le pasa? Que su cuerpo lo que no necesita para funcionar, lo almacena para épocas peores. Si te comes cuatro barras de pan al día te pondrás fondón (sin comer muchas grasas), porque el cuerpo guardará esos hidratos de carbono. Este es el motivo por el que hay vegetarianos que son gordos.

Señores, los vegetarianos podemos ser gordos, flacos, medios, fuertes, débiles, etc, dado que nuestra alimentación es tan buena y equilibrada que nos permite estar como queramos (y nos permita nuestro metabolismo, nuestro apetito y nuestra actividad cotidiana). Que estemos hermosos no quiere decir que guardemos un fuet debajo del colchón para que cuando ustedes no nos vean darle un bocao. Y es que se cree el ladrón que todos son de su condición. Nosotro somos gente coherente que tenemos ideales y los cumplimos.

Dicho esto, os cuento mi variada alimentación de ayer:

- Desayuno: En el bar de Jesús, zumito de naranja, café con leche y chapata con tomate.

- Comida: En el chino de la esquina. Llevo yendo tanto tiempo que con sólo sentarme me traen lo de siempre. Ensalada de algas y soja (un poquito fuerte para estómagos débiles), arroz sin jamón ni huevo y tallarines con verduras. Y de postre helado de chocolate.

- Cena: mi niña se desmarcó con unos tallarines al estilo de la casa (con lo que hay en la nevera)
  • Unas chalotas (con cebollas también vale) cortada en laminas.
  • 3 o 4 trozos de brócoli.
  • 3 o 4 zanahorias troceadas en cuadraditos o tiras.
  • Medio calabacín troceado en cuadraditos o tiras.
  • Un tomate troceado y pelado.
  • Tallarines al gusto (los nuestros eran de una tienda de comida china)
  • Salsa de soja
  • Miel, azucar y sal.

Muy fácil, se frien primero las chalotas (una especie de cebollas moradas) hasta que estén tiernas. Se añaden las zanahorias juntos con las chalotas y se dejan a fuego medio hasta que las primeras estén al gusto (a mi chica le gustan blandas a mí más crudas). Luego se añade el calabacín dejando la mezcla al gusto. Más adelante, añadimos el tomate troceadito y finalmente el brócoli previamente cocido (sino se queda más duro que una piedra). Esto es el sofrito.

Por otro lado cocemos la pasta (seguir las indicaciones del paquete ayuda) y la mezclamos con nuestro sofrito. Añadimos sal y salsa de soja al gusto (dependiendo de la marca, puede que no necesitemos ni salar) y el toque mágico un chorreón bueno de miel. Y si ya queremos el toque maestro del tito Chinchan, le ponemos un puñadito de azucar y esto está de muerte.

Y luego nos los comemos. Esto es cena para dos, por lo que ya comprendereis como una báscula puede temer a un vegetariano.

Besitos.

23 de noviembre de 2005

¿Qué come un vegetariano?

Ser vegetariano no es algo atómico, es decir, un servidor es vegetariano, trabajador, pagador de hipoteca, se relaciona, etc. Por lo que no nos podemos dedicar (ni lo hariamos) a ser vegetarianos. Digo esto porque mucha gente se piensa que si eres vegetariano comes cosas muy raras, te preparas menús, etc. Os cuento lo que comí ayer para que os hagais una idea:

- Desayuno: Con mi chica en el bar de Jesús. Café con leche y chapatita de aceite con tomate.

- Comida: En el comedor del trabajo. Crema de guisante (no sabía ni que se podía hacer crema con los guisantes) y un bocata de queso (tengo enchufe con las camareras, que sino me como las uñas de los pies). De postre un yogur de chocolate y un plátano para más adelante.

- Merienda: Unos sandwich del Rodilla (caros y pequeños, aunque buenos) en lo que espero a mi novia.

- Cena: Como llegamos tarde del trabajo, pues no nos apetece hacer nada. Ella se toma una sopa que ya tenía preparada y yo descongelo una especie de baguettes con champiñones que compro en el super. Después un bombón para hacer bien la digestión.

Y esto fué lo que comí ayer. Mirandolo así, no me extraña que pese 100 kilos. Ya me gustaría vivir en el campo y tomar las cosas de mi huerto, ver como cuecen a fuego lento las lentejas, etc, pero como vivo en una gran ciudad, pues me jodo.

Pues nada, os iré informando de lo que come un vegetariano como yo (mi chica come mejor, dado que no es tan vaga como yo).

Besitos.

22 de noviembre de 2005

El primer post

Buenas,

antes de nada, me presento. Me llamo Javi y soy vegetariano desde hace cerca de 10 años. ¿Los motivos? El respeto hacia la vida de los animales, de los cuales no me considero tan superior como para tener el derecho a comérmelos. Ningún motivo de salud, ni de cualquier otro tema. Simple y puro respecto.

La idea de este blog es ir contando mis vivencias, lo que como, lo que hago, etc. Como se diría en televisión "Diario de un vegetariano". Pero no tengo ningún interés en adoctrinar a nadie, dado que con los años te das cuenta que es absurdo.

Eso sí, a los que pretendan dar por saco, que sepan que tengo el lomo ya curtido y muchas discursiones sufridas.

Un saludo y espero que os guste.

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