... o vida y obra de la tribu del tofu, como gusten ustedes.

24 de mayo de 2007

Patatoniano

Buenas,

poniendo el título del post me he acordado de Marina, un besazo guapa. Hoy traigo la noche bien sabrosa, que me han pasado muchas cosas. La primera en el comedor de la empresa, reproduzco la conversación:

- Yo: (paso del primero que eran judías verdes cocidas a las finas hebras) Sólo patatas.
- Camarera: (con ojos alucinados) ¿Sólo patatas?
- Yo: Si.
- Camarera: (Mientras me servía mirando hacia todos los lados buscando complicidad) Pero, ¿sólo comes patatas?
- Yo: Si, me alimento sólo de patatas, soy patatoniano.
- Camarera: (no entiende la fina ironía) ¿Eh?
- Yo: Que soy vegetariano.
- Camarera: ¡Pero si tienes pescado!
- Yo: ¿El pescado es un animal?
- Camarera: Si.
- Yo: pues es que no como animales.
- Camarera: Entonces, ¡no comes nada! (muy alarmada).
- Yo: Es verdad, me alimento del aire. Yo por las mañanas respiro muy muy muy fuerte y ya he desayunado, debería probarlo (me voy antes de que nos tiremos de los pelos).

Esta bonita conversación, que antaño eran denominadas diálogos de besugos, os juro que me pasó ayer. Que tengo testigos. ¿Hace falta que la comente?

Por otra parte, ayer estaba entrenando a los chavales cuando vi que en una esquina del pabellón había un pajarito pequeño que no volaba (una cría de gorrión). Me dio una pena horrible, dado que me parecía que era como Pablo, un pequeño ser indefenso. Pero mi experiencia en estas cosas me indicaba que era mejor dejarlo ahí (una vez uno se tiró por la ventana antes que lo "salvase", otro lo metí en un zarzal y seguro que se lo comieron los gatos y otro lo llevé a una asociación y me dijeron que posiblemente se moriría). Así que me alejé muy apenado en espera que la Naturaleza obrara el milagro. Y vaya si lo obró. Que el pajarito no se había caído de ningún lado, que se estaba dando un paseo simplemente, dado que tenían el nido debajo del graderio. Se metió por un recoveco y ya no salió más. Uf, que alegrón me pegué.

Advertencia a los ayuntamientos de las lectoras de la sección Pablistas, preparensé para las inundaciones de baba que se pueden producir en breves instantes.

Pablo es un mar de sorpresas, y cada día aprende muchas cosas nuevas, tantas que no puedo reproducir aquí todas. Entre las más destacables, la niña sigue enseñándole cómo hacen los animalitos. Hace el perro y el gato a la perfección, pero el mejor es el gallo. Al principio hacía "kshi, kshi, kshi" echando más babas que un caracol. Ahora hace "kii, ki, ki" que de verdad que te lo comían a bocaos cada vez que hace el gallo. También ha aprendido a llamar a las puertas. Ahora en vez de aporrearlas como Pedro Picapiedra, hace "toc, toc, toc" con los nudillos. Bueno, y también sabe ya dar besos. Te acerca los morritos y dice "Muaaaaccc" y se monda de la risa.

En el plano anécdotas, tengo dos. Ayer en la bañera estaba dándole con la esponja a la niña, cuando Pablo me la quitó para hacerlo él. Hasta aquí normal. Pero cuando nos quedamos muertos que se empezó a enjabonar él por todo el cuerpo. Pero hasta por el culete, que estaba super gracioso. Si es que es de un limpio que te pasas.

La otra anécdota es que ahora se dedica a levantar las garrafas de aceite de cinco litros que tenemos en la cocina. Las levanta como puede y va a donde estés a hacerte "ahahahahha" para que veas que ha conseguido levantarla. Como diría aquel, más bruto que un arao ;-)

Ale, diréis que no tenéis lectura para mañana.

Besitos.

20 de mayo de 2007

Papi león y leoncito

Buenas,

tras muchos días de silencio, volvemos a la carga. El otro día vi por la tele una web que decía que cuando hablabas de tu familia en el blog, era el momento de cerrarlo. Me hizo mucha gracia, aunque de momento, creo que a Pablo le gustará leer estas cosas cuando sea más mayor.

El tema de los parques de bebes y niños es un mundo muy curioso, donde se pueden observar miles de conductas. Esta tarde, sin ir más lejos, me he enfadado con una madre imbecil. Resulta que estábamos sólo nosotros cuatro en la praderita (no es un parque exactamente). Total, que se le ha acercado un niño de unos 3 o 4 años a Pablo y le ha tirado una hierbas a la cabeza. Bien, no pasa nada, son niños. Viene la madre y le dice que no tira hierbas. Bueno, pues a la cuarta vez que el niño a repetido la operación, y tras perseguirnos, se me han inflado las pelotas. Se acercaba otra vez el diablo ese, y le he pegado un rugino nasal en plan leon (es que antes le habia estado haciendo el leon a Pablo el niño este, a medio centímetro de la cara, mientras su madre se reía) que el niño me ha mirado horrorizado y ha echado a correr. Ale, para que vuelva a molestar a mi leoncito. Y es que la culpa es de la madre, cojones, que cuide de su niño como yo cuido del mio. Que no pasa nada por que se hagan daño, pero una vez, pero por tocar las narices no paso.

En el mismo registro, el otro día un niño como Pablo en el parque, sólo. Total, que una madre estaba con palomitas en la mano. El bebe fue allí y estuvo por lo menos 20 minutos comiendo a dos manos. La de las palomitas estaba ya preguntando a voz en grito que de quien era el niño. Total, que apareció un padre con cara de gilipollas diciendo "Anda, estabas aquí". Yo alucino con la gente. En fin.

Pablo progresa mucho en todo. El otro día, en otra pelea de las suyas en la guarde por las juguetes, le mordieron en la cara y en la mano. Que por cierto, indignó mucho a la familia toledana. Pero no entiendo por qué, como decía antes es normal entre niños. Por la tarde el mordió a otro, que según las profas "fue un día muy malo". Bueno, en tema progresos, ha aprendido a levantar los brazos cuando alguien dices "Manos arriba, esto es un atraco" (que se canta mucho en los campos de futbol). Esto se lo han enseñado en Toledo, que le has presupuestado por una piscina más que lo que les costó al casa.

Ahora para los biberones, me ve con él en la mano, y echa a correr al sofá, se sube trepando y se tumba a esperar que se lo de. Para comérselo, of course. El otro día en Toledo vino un primito que tiene de más de dos años, muy timido el muchacho. Total, que yo le subia la camisetilla al primo y le hacia pedorretas en la barrigota. Pues el peque, ni corto ni perezoso, venía y le hacía lo mismo. Si es que me lo como.

Por cierto, hoy ha sido un día de tormentas en Madrid. Estábamos en la habitación y ha sonado un trueno de esos que mueven las ventanas. Se ha venido con nosotros corriendo y se ha hecho un ovillito en el regazo de mami. Pobrecito, que susto se ha dado.

Qué no se me olvide, una pregunta sin respuesta ¿Por qué narices entre semana tengo que despertarle siempre y los fines de semana se levanta mucho antes? Frito me tiene, que hoy no eran ni las 7 y ya estaba de juerga.

En fin, que se me olvidan cosas, pero tengo más hambre que el que se perdió en la isla de los cantos rodaos.

Besitos.

P.D: Para la nueva lectora, Pablo tiene 13 meses.

11 de mayo de 2007

Humus en el Mercadona

Buenas,

como ahora hace bien bueno, todas las tardes nos vamos de paseo y no volvemos hasta casi las 9 de la noche para bañar a pequeñín (que ayer tenía arena hasta dentro del pañal). Y pasamos por la puerta del Mercadona, que es una tentación para cualquier ser humano de buen comer. Así que estuvimos viendo las delicias gastronómicas de tal antro de la alimentación. Entre la sección "salsazas para pringarse hasta los codos" la niña encontró unos botes de hummus de garbanzos que rápidamente adquirimos. Y oye, está bastante bueno. Tiene un sabor más fuerte que el que nosotros hacemos, es más líquido y más fino al paladar (lo que tienen las batidoras industriales), pero vamos, que me compensa frente a la lotería de hacerlo en casa (un día está de muerte y al día siguiente ni con pan entra). Así que recomendamos este producto, que extrañamente tiene una etiqueta que pone "Apto para vegetarianos".

En temas Pablistas, el peque está tremedísimo. Ayer le pesamos en la farmacia (12, 680) lo que causó exclamaciones de admiración entre el respetable. Y es que como el muchacho es tan simpático y va con el hola por la vida, todo el mundo está pendiente de él. Con lo que se crece y hace todo su repertorio de gracietas. Con lo que todo el mundo está más pediente. Con lo que se crece. Con lo que .... y hasta el infinito. Si es que cuando sale bien un muchacho, sale bien ;-)

Por cierto, yo creo que Pablo es superdotado (no sólo por el pito, jijiji) de lo listo que es. Supongo que será amor de padre, pero bueno, lo creo. Ayer mi madre estaba que no se podía creer lo que le había pasado. Se llevo al peque a casa por que teníamos nosotros trabajo y salimos más tarde. Total, que él tenía sed y la abuelita le decía que no tenían biberón. Total, que se levantó el bebé, se fue al carro y empezó a llamar a la yaya mientras señalaba la bolsa del carrito. Equilicuá, dentro de esa bolsa está su botellita de agua. Evidentemente los palos del sombrajo de mi madre tuvimos que ir al garaje a por ellos. Pero no sólo eso, llegué yo, gran alegría durante tres segundos (que duro es ser padre). Total, que estaba hablando con mi madre y el bebé llamándome agarrado al carro para que nos fuéramos. Como no le hacía caso, me vino con el gorro en la mano para que se lo pusiera y nos fuéramos. Y es que no salimos de casa sin el gorrito, ¿es o no es listo? Babababababababa!!!!

Por cierto, cuando arranca una hoja o una ramita, intenta pegarla de nuevo. Pobrecito, se le ve todo esforzado acercando la hoja a la planta por si se pega sola. De verdad, me lo como y no lo cago.

Besitos.

9 de mayo de 2007

La noche de las fritangas

Buenas,


los miércoles viene nuestra Carmen, que es la chica que le da al fregoteo de cocinas y wateres, amén de dejarme las camisas lisas como una mesa de cristal. Claro, aprovechando que viene los miércoles, tengo instaurados los martes como "la noche de las fritangas" dado que si tiene que limpiar ¿qué más da un poquito más?. Total, que estaba yo ayer ya salivando pensando en el orden en que me empacharía a comer bolitas, patatitas, falafelitos y demases cuando mi madre me pegó una charla tal al respecto de mis cualidades culinarias del segundo día de la semana, que me quitó las ganas. Bien es verdad que fué en lo que nos tomábamos unas bravas en el bar, que ya tienen su puntito fritanguil, pero una madre no debería chafar de ese modo las ilusiones colesteroleicas de su hijo. Finalmente, ni cené. En fin, el próximo martes espero poder darle al colapso arterial.

Os voy a contar una anécdota sobre el stress laboral que me pasó ayer. Resulta que tenía que encuadernar unas fotocopias, así que fuí a la papelería de toda la vida del barrio donde vivía antes. La mujer me dijo que tenía estropeada la máquina (traducción: paso de hacer agujeritos y meter una espiral por los mismos). Así que fuimos a otra que estaba cerca. Ahora hay un centro médico donde compraba antes los bolígrafos. Así que fuimos a otra, que se ha convertido en un sitio de apuestas de quinielas. ¿Ya nadie necesita un bolígrafo? Por cierto, por el camino nos encontramos con una vecina de donde vivía antes con la que nunca había hablado. Casi le saca un moflete a Pablo de lo contenta que se puso la muchacha de ver que ya tenía yo un hijo. Que cosas. Bueno, al final nos fuimos donde Cristo perdió la alpargata a encuadernar las fotocopias. Reproduzco la situación:

(El local vacío, tres dependientes charlando)
Yo: Buenas tardes venía a encuadernar esto en espiral.
Él: Buenas tardes, dime tu nombre y mañana lo tienes.
Yo: (Extrañado) ¿No me lo puedes hacer ahora?
Él: Es que ahora tenemos mucho lio y cerramos en media hora, mejor vente mañana.
Yo: (Lo que debería haber dicho que no dije "¡¡Pero si os estais rascando los huevos a dos manos, cacho de perro!!!!) Ah, bueno, pues mañana vengo.

No os imaginais lo que me estoy arrepintiendo de no haberle dicho que era un perro del demonio y que me hiciera en el momento las encuadernaciones. Pero como no tenía prisa, iba super contento por pasear con la familia toda la tarde, y quiero que me haga la encuadernación, pues nada, me jodí. En la imprenta esta es en la que llevé mi trabajo de fin de carrera y cuando lo recogí habían adjuntado en la última página unas tarjetas en chino del cliente que vino detrás mio cuando dejé yo mis copias. Poco profesionales son.

Besitos.

6 de mayo de 2007

Se reparte felicidad

Buenas,

madre mía, que semanita de vacaciones que nos hemos pegado. Y si le sumamos que la semana anterior no paramos ni un momento, pues hace un montón que no actualizo. Tanto que alguna lectora se ha interesado por nuestro estado de salud. Bueno, pues no preocuparse que ya estamos otra vez por aquí. Algo deprimido por el síndrome de "prefiero que me arranquen el escroto con unos alicates antes que volver al trabajo" pero bueno, casi totalmente funcional.

De temas vegetas traemos más bien pocos. Como mucho que estuvimos comiendo en el restaurante Raices de Granada que está bastante bien. La comida es muy buena y el ambiente también. Además, es de estos de menú del día. Y va muchísima gente, da gusto ver a tantas personas comiendo vegeta. Por cierto, había una madre dando la teta a un peque que tenía más dientes que yo (el bebé, la madre lo desconozco). Me quedé con las ganas de preguntarle si era vegeta el peque. En el lado negativo, han cerrado el vegetariano - árabe al que íbamos en la zona de las teterías, con lo que nos han jodido. Han puesto una tetería que se la podían haber metido por donde amargan los pepinos. Vaya putadón nos han hecho.

Pablete está que no hay quien pueda con él. Ya está empezando a tomar decisiones, ya sabe lo que quiere y lo que no. Da gusto verle. Ahora está empezando a respetar las cosas, ya no tira todo, si no que puede convivir con cosas encima de la mesa, con elemento en vertical y similares. Sigue igual de cabezota cuando no le dejas hacer algo, pero bueno, tampoco iba a ser perfecto el muchacho.

Ah, y va repartiendo felicidad allá por donde pasa. Como ha aprendido a decir "Hola", de vez en cuando ve a alguien y le dice "Hola" con la voz más tierna y dulce que os podais imaginar. Si los ángeles hablasen (o incluso existieran) seguro que tendrían ese timbre de voz. A mí se me ponen las piernas blandurrias cuando me dice "Hooolaaaaa". Bueno, pues eso, que cuando alguien oye esa vocecilla se da la vuelta y con una gran sonrisa le responde. Podríamos decir que técnicamente reparte felicidad allá donde va. Por no hablar del viernes en el centro comercial, que sonaba musiquilla y sentado en el carro bailaba como un loco. Si paso la gorra nos sacamos un sobresueldo facilmente.

Hablando de gorra, que guapísimo está con la gorrila que le ha regalado su tita Isi. Parece mucho más mayor. Ains. lo rápido que crecen estos pequeñitos.

En fin, que no se me ocurre mucho más que contaros. Que más que nada era para decir que seguiamos con vida y que todo iba perfectamente.

Besitos.

P.D: Por cierto, tengo unos anónimos lectores enfrascados en una discursión rarísima en este post.
P.D.2: Que no se me olvide. El programa de "El toque Ariel" parece ser que ha dejado de emitirse, por lo que nos hemos quedado sin edición vegetariana. Una pena. Se comentaba aquí.
P.D.3: Finalmente, aunque no menos importante, Ramiro sigue a lo suyo, así que no dejeis de leerlo, que la cosa tiene miga. El extraño caso del material de oficina.

Últimos comentarios