Buenas,
la semana de lujuria y desenfreno ha termi
Por la mañana un compañero llegó echando pestes (no me extraña) con una caja de ahorros que no diremos el nombre, sólo que empieza por Caja y termina por Madrid. El motivo es que por cada mes que tengas el saldo con menos de 1000 lereles, te quitan un lerele. Y además las tarjetas que se supone que tienes, etc. Con lo que tenía un jugoso descubierto, que ahora le reclamaba el banco. Que bien podrían habérselo dicho meses, incluso años antes. Total, que me vino a la mente que cuando entré de becario en mi empresa (se hablaba que la moneda única sería el Eku, no doy más pistas), me abrí una cuenta en ese banco, que luego nunca utilicé. Y pensé, "estos me embargan el piso sin más reparos".
Entro al banco y le pregunto si tengo cuenta con ellos. Con cara de asco, mira en el ordenador y me dice "Tu hace mucho que no tocas esta cuenta". Ya oigo las sirenas de la policía que vienen a por el Madoff español. Pero no, me dice que tengo 456 lereles. Alegría, alegría, 456 eurazos de golpe y porrazo. Así que antes que se arrepintiese, cogí los dineros, cerré la cuenta y salí pensando en qué adquirir. Iba yo pensando en una cámara que había visto, que rondaba ese precio, que es un capricho estupendo cuando me dije "Algo para el medio calabacín es lo mejor que puedo hacer".
Voy a una tienda de lencería, pijamas y cosas de esas, que estaban de liquidación, con la cartera que me asomaban los billetes (nunca vi tantos juntos, creo yo). Le pregunto a la chica que me mira con cara de "¿no pensarás realmente que te voy a explicar nada?". Compré varias cosas y me marché, pero si llega a prestarme un poquito de atención, me llevo hasta una fusta para que me de en el culete.
Voy a la Fnac y veo una cámara sumergible por un precio irrisorio. En la caja ponía "Cámara de fotos con video" y "5 megas" en grande. Me acerco a la dependienta, que de otras ocasiones la conozco como "la borracha". La conversación es:
"Buenas, ¿qué tal es esta cámara?" - Malucha, mejor una compacta normal.
"Ya, pero es que es sumergible, ¿qué resolución tiene?" (la resolución no son exactamente los megas, si no unas medidas horizontales y verticales) - Esto tiene 2 megas, si me apuras llega hasta los 3.
Vamos a ver, ¿qué narices es eso de "si me apuras"? Que no estamos hablando de cuantos mantecaos echas con la pareja. De locos. Pero sigue la conversación.
"Aquí pone 5 megas" - Ya, es que eso es de video. Es que esto realmente es una cámara de video que hace fotos.
Antes de estamparle la caja en la cabezota, dejé la camarica y me marché. Primero, no sabes lo que vendes. Seguro, te da lo mismo vender o no vender.
Por la noche vamos a una pizzeria en uno de los momentos de mi vida más absurdos. La pizzería es enorme, con unas 40 mesas. Había dos parejas, cada una en una mesa, en una esquina, separadas por una mesa. Es decir, en la esquina del local, pareja, mesa vacía y pareja. Llega la camarera y nos dice que nos sentemos en la mesa libre entre las dos parejas. El resto del local vacio, en agosto y a las 10 de la noche. Se va a por el pan y cuando vuelve nos hemos sentado donde nos dio la gana, es decir, dejando dos mesas de distancia con el resto de comensales. Nos ve y nos díce:
"¿Y si me viene ahora una mesa enorme?, me tengo que buscar yo la vida, ¿no?
Así que nos levantamos y nos marchamos a cenar a una cervecería donde te puedes sentar donde quieras. Que por cierto, se me cayó una vela en la mano y el camarero me dijo que eso es lo último que se lleva en las strippers, echarse vela caliente por las tetas. Dato interesante a más no poder, jej, je. Total, que al irnos para casa, estaba ocupada la mesa donde nos queríamos sentar por una pareja, y dos mesas más.
Yo creo que llegará un momento en que nos negaremos a recibir este servicio, que pediremos libros de reclamaciones, que pondremos denuncias y todo esto cambiará. No puede ser que se diga que hay una crisis atroz, que hay una recesión en el consumo, y luego la gente no quiera vender. Ya no quedan vendedores, quedan despachadores. Sólo son vendedores los propietarios de los negocios. Nuestro frutero, es un vendedor. Te da la fruta buena, sabe la que te gusta, si tiene algo un poco pasado no te deja que te lo lleves, conoce a tu familia, le da fruta a los peques. ¿Como no voy a ir a comprar ahí la fruta?. Otro vendedor es el de la cervecería esta, que además de ilustrarme sobre los locales de alterne, se preocupa que la cerveza esté fría, se acerca a ver si todo va bien, etc. Y otro vendedor es el del bar donde voy por las mañanas, que el otro día le quitó el periódico a uno para dármelo a mí, jajajajaja.
Y nada más y nada menos quería contar.
Besitos.