Buenas,
andaba el fin de semana buscando en el armarito de las especias por si había escondido cientos de miles de millones de euros, que nunca se sabe, cuando me encontré el bote de clavo en grano de la foto. A Simple vista no hay nada raro, pero el ojo entrenado, el ojo sagaz, el ojo que todo lo ve, podrá darse cuenta de un pequeño detalle. Insignificante. Os dejo el problema. Sólo deciros que la productora de "Cuentame" me ha hecho una suculenta oferta para la adquisión de tan preciado elemento.
Cambiando de tema, hoy teníamos que ir a por los análisis del otro día de Pablo, así que me he pasado antes por el cole a recogerle. Cuando me ha visto entrar en su clase, ha sido uno de esos momentos de "Eh, que ha venido mi papi y el resto os vais a quedar aquí tragándoos el tostón de Carolina". Cuando ya le he dicho que íbamos al médico, con increible cara de resignación ha expresado "¿Me van a pinchar otra vez?". Y de nuevo alegría al saber que era sólo para ver como estaba por dentro. Mágico mundo el de los niños. Total, que hemos llegado a la doctora (just in time, que dicen los que saben inglés) y nos ha dicho que los resultados eran estupendos. Que tiene la ferritina en el límite, pero que está dentro de los parámetros, y que los niños tienen los valores más bajos que los adultos. Así que sin problema. También le ha mirado la B12, que estaba bastante alta, y alguna cosilla más me ha señalado. ¿El resumen? Que está perfectamente, y que el color blanquecino de la piel es simplemente su color. Quizá tenga que ver la genética.
Para terminar, hoy he conocido la globalización absoluta. Dado que trabajo en una multinacional, la resolución de incidencias se hace globalmente. Es decir, tienes un IT Service Desk mundial, y tu llamas y alguien en el otro lado del mundo te resuelve el problema. Por supuesto, el teléfono no funcionaba así que he chateado con una chati (jurjur) de Dios sabe donde, que me ha revisado el ordenador remotamente. Para luego pasar la incidencia a una persona que trabajaba en mi edificio. Que como se suele decir, para ese camino no hacían falta las alforjas. Total, que ha llegado la señorita a revisarme el monitor. Y se veía que era española. Se ha plantado frente al monitor con cara de "Esto va a ser la junta de la trócola", ha toqueteado los cables, ha revisado dos cosas, y ha aplicado el método español de arreglo de problemas electrónicos. Con la mano extendida le ha asestado dos golpes al lateral del monitor con cara de "hostias, funciona ya, que me tengo que ir". Me ha movido toda la mesa, para terminar sentenciando "está roto". Lo ha tratado de camuflar con una perolata técnica que significaba "si este monitor se ve, y este no, es que el segundo está roto". Grande el servicio técnico, grande. Y todo esto, pasando por allén de los mares.
Besitos.
P.D: Se me acerca Carmen y me dice "Elephant", y es que había dibujado con gran acierto un elefante en la pizarra magnética.