... o vida y obra de la tribu del tofu, como gusten ustedes.

12 de mayo de 2010

Miércoles 12 de mayo de 2010

Hay que echarle agua a los niños – No, a las personas – Un niño que sabe lo que se dice.

Buenas,

Lo más destacable de ayer fueron los niños, concretamente dos. Pablo hizo de amigos al CM y al sin padres. CM viene por que el niño, sin los padres dado que estábamos en una sala donde dejan a los peques a que jueguen vigilados con monitores, se pasó un buen rato llamando a Pablo “Cabrón de mierda”. No lo hacen con mala intención, pero viendo a los padres, que claramente se habían tomado un melapelatodo 200mg, no me extraña. El chaval no era malo, pero estaba pelín acelerado.

El sin padres es un niño que se metió en la piscina con una espada de agua, es decir, una espada con un depósito para echar agua. La imaginación humana no conoce límites, desde luego, o ya ha llegado a los mismos, no estoy seguro. Pues bien, el niño te echaba agua, y los padres decían, como si le digo yo al sol que no me queme “Fulano, no eches agua”. Estos se habían tomado una dosis doble de melapelatodo. Y lo peor es que nos persiguió, hasta que le comenté que como me echase agua le ahogaba en la piscina. Más suavito el peque. Por la noche el medio calabacín se tomó venganza, dado que hay unas peceras en una zona subterránea, y cuando nos le encontramos, a una hora avanzada, le dijo que se llevase a sus padres a ver los peces. Muhahahahaha, la venganza es un plato que se sirve frio.

La cena fue un buffet italiano, con el plato estrella de unos ñoquis con salsa de tomate que estaban de muerte. Como dijo el medio calabacín “¿Te importa que me case con la cocinera?”. Dado que le habría hecho el amor al de las tortitas del dia anterior, estábamos empatados.

Hoy el día ha sido viajero, dado que hemos ido a ver el Timanfaya. No está mal, pero la parte donde te montas en un autobús y recorres el parque, es horrrible. Pablo y el medio calabacín se dormían, yo me mareaba y Carmen se meaba viva. Que el paseo no está mal, pero en otras condiciones. Dado que te meten en un autobús cerrado, y con una audición te leen lo mismo que el folleto que te dan, pues no interesa mucho. Y el parque nacional es bien bonito, pero así visto no. Luego te dan un paseico, que te dan unas piedras cogidas del suelo que quemaban como las brasas del infierno “Uh, como queman” ha dicho Carmen. Metían unas zarzas en un agujero hacia el centro de la tierra, y del calorazo, ardían en instantes. Que fuerte, te caes al hoyo y has echado el día. Y lo más curioso, más que cocinar pollos al calor del volcán, eran unos agujeros con colador. Echaba el señor agua, y al los tres segundos, un geiser enorme. Una risa con los peques alucinados mirando.

Por lo demás, Carmen no se ha echado la siesta (los padres tronchados durmiendo, y Bob Esponaja cuidando de los dos) con lo que ha estado pestosa toda la tarde. Eso si, hasta que ha llegado la disco con Kiko (un pato tamaño ser humano, vestido de payaso, que unos días crece y otros mengua) al que Carmen llama “payasete” y les adora. La han pintado la cara y se ha liado a bailar como una loca. Es curioso, pero Carmen tiene un imán. Una de las monitoras la ha subido al escenario para animar a bailar, ayer se la llevaron de la mano al tren de los niños. A todo esto, a Pablo le ha dado por hacer fotos, y se pasa la tarde de reportero gráfico. A ver si miro una camara para niños, que es una afición muy divertida. La minidisco ha sido un éxito como siempre, y ha despertado a los peques hasta el buffet, que tocaba hoy de nuevo mexicano. Como no comerá Carmen, que le digo si quiere un helado de postre, y me dice que no, que prefiere macarrones con tomate. Si es que se le ha terminado la comida, y se ha liado con un cuscurro de pan, que parece que no comía en años.

Por otra parte, no se si somos demasiado estrictos, pero hay padres que todo les va bien. Ha pasado un niño con un bol de chuches enorme, y no ha dejado nada. Ha comido una fanta, unas patatas fritas, y las chuches. No se, vale que se esté de vacaciones, pero …. En fin, me voy a tomar un whiskito a la salud del Atleti, que ha ganado no se qué. Que estaba Carmen tensa, dado que no se dormía, ha metido el gol Forlan, y se ha quedado fritanga.

Besitos.

10 de mayo de 2010

Lunes 10 de mayo de 2010


¿Me lees un cuento de cacahuetes? - Carmen buscando nuevos nichos de mercado.

Buenas,

Podemos decir que hoy ha sido el adiós definitivo a la dieta, que corrobora que tengo la panza apoyada en el portátil y me está dificultando acceder a los botones del ratón integrado. Por la mañana, la cosa ha sido muy comedida, y aunque he repetido hasta creer morir de tostadas, nada con aspecto de chocolate (salvo algo redondo que no se han comido los niños) ha entrado en mi plato. Y es cuando la fruta te la ponen pelada en bandejas, se come. Eso si que es promocionar la fruta, y no una manzana, con piel y todo. Qué recuerdo de las bandejas de frutas que me preparaba mi madre, eso era amor del bueno.

Después del desayuno, estando en la habitación se ha posado un gavilán en la terraza, momento de gran algarabía en la tribu del tofu. Al parecer, lo tienen para asustar a los pajaritos y que no se metan en el buffet del desayuno. A los peques les ha encantado, sobretodo cuando hemos visto al cuidador y se les ha acercado el ave. Muy bonita, ciertamente. Creo que la opinión de las palomas es otra.

Hoy también he descubierto que David Meca es un héroe. No por nadar esas distancias tan inhumanas, sino por bañarse en el Atlántico, y durante horas. Hasta que punto estará fría, que Pablo ha declinado el baño, tras que le tocase el agua la zona urogenital. Carmen es de otra pasta, y me ha llevado al agua. Una vez dentro, y cuando yo sentía lo mismo que ven el túnel y la luz al fondo, ha dicho "qué frío, qué frío" a lo que le he preguntado que si nos salíamos, y a contestado "No, más, más". Casi viene el socorrista con el soplete a sacarme. Con razón sólo se bañaban ancianos, que han perdido la sensibilidad en los extremos del cuerpo.

Hablando de socorristas, mi hombría ha sido seriamente tocada. En lo que los peques se metían en la piscina, he tratado de abrir una sombrilla con nulo resultado. Tan nulo que ha venido el socorrista, y con mínimo esfuerzo, ha desplegado esa antena para ovnis invertida. Pero eso no ha sido lo grave, si no que una moza italiana de buen ver, ha cogido las poleas, y con el mismo esfuerzo que el socorrista, ha levantando la sombrilla, dedicándome una sonrisa. A punto he estado de levantar todas las sombrillas del complejo, para deshacer la ofrenta.

Lo mejor (o lo peor para mis pétreos abdominales) ha sido el buffet de la cena. Tras un rato de baile en la mini disco, con Kiko (una especie de loro gigante, con ropa de payaso), y que a Carmen le pintaran la cara de gatita, hemos ido a la cena. El paraíso debe ser algo así. Nunca había estado en un buffet con tan ingente cantidad de cosas para vegetarianos. Hemos cenado crema de verduras, paella de idem, tabulé, una especie de queso frito, ensalada del chef (con frutas, gran invento), papas arrugás con mojo, calabaza frita con puerro y alguna cosa más que el postre impide que me acuerde. Para el postre, además de los helados por comerse los peques la paella y la crema (y picotear Carmen de todo lo demás), había un señor haciendo crepes bañadas en una salsa. La crepe en sí no era gran cosa, pero al freirla con una salsa dulce, y piña, platano y fresas, la cosa pasaba a otra dimensión. Y luego, una montaña de chocolate. Lo peor ha sido cuando nos han echado del buffet por darle un beso en los morros al cocinero (esto no ha pasado por que no podía saltar la cocina, dado que me han sacado del local empujándome con un palo). Qué cena, señores, qué cena. Se me olvidaba un vasito de compota de manzana, que me he comido por nivelar la contienda (y por disimular, ciertamente). Creo que ha sido el mejor buffet en el que he estado nunca.

También nos ha deparado dos momentos de anécdota increibles. Primero, Pablo bebiendo agua con una pajita se ha atragantado. Y le dice el medio calabacín en lo que se ahogaba, "Se te ha ido por mal sitio". A lo que responde, con un hilo de voz "No, si se me ha ido por la boca, pero me he atragantado". Jajajajaja, me encanta. Y la otra, ese momento grande y tenso que todo el mundo pasa con niños. Estaba Carmen cantando esa canción que termina "esconde la mano que viene la vieja". Y dice Pablo, señalando una mesa con dos parejas octogenareas. "Mira, está ahí la vieja". Nos hemos mirado con gesto de estupor y sigue "Encima, pintada en la pared". Y es que había un dibujo de una especie de anciana pintada encima del dios de los postres. Qué pechá a reír que nos hemos dado, eso nos pasa por tener la mente sucia.

En fin, me voy a poner un whiskito oyendo el mar y leyendo la prensa local. No hay cosa que me guste más que leer las noticias de los sitios, cuanto más pequeños, más divertidas. En "Canarias 7" la última página estaba dedicada a un señor que ha hecho el plato de falafel más grande del mundo, de más de 5 toneladas de peso. Más contento se le ve al libanés. Y en páginas interiores, la historia del Tilo de la isla del Hierro, que fue derribado hace cuatro siglos por una tormenta. Espeluznante, pero la vida es asi.

Besitos.

6 de mayo de 2010

¿Caquitas redondas y duras o esparramadas y blandas?


Buenas,

ayer estábamos viendo el episodio 15 de la sexta temporada de House y salió una chica que decía ser vegetariana. En la primera escena, su pareja le decía que ella no era vegetariana, dado que comía salmón, y que no es un vegetal. Me pareció curioso el comienzo. Luego el capítulo se va por otros derroteros, que son más interesantes, hasta el final, donde House nos deja una enseñanza.

Le pregunta a la chica lo que pregunto yo en el título (a su estilo) y resulta que ella lo hace esparramado. Explica House que en la dieta vegetariana consumimos muchas menos cosas inservibles y que absorbemos mejor los nutrientes, por lo que las heces salen más secas y duras. Y que si ella, siendo vegetariana, no lo hacía así, era que no estaba absorbiendo los nutrientes y que por ello se moría. Había pasado de estar a punto de ser operada de cientos de cosas, a tener que ponerse una válvula para el corazón. Bien por el doctor casa.

Por cierto, otro de los planteamientos del capítulo es si debe ponerse una válvula de cerdo (dura como 10 años) o una de plástico (no podría tener hijos, o eso entendí yo).

Así que ya sabéis el refrán, ahora con explicación médica:

"Mea claro, caga duro y vivirás seguro"

Hasta aquí el apartado científico.

Por la tarde, antes de cenar, vienen los peques que tenían mucha hambre, que querían un trozo de pan. El medio calabacín les da un cuscurro de pan duro (no como en la mili, uno de esos panecillos tostados), Pablo lo mira y le dice "No, así no, con algo por encima". Muahahahaha, a ver si nos creemos que la policía es tonta.

Besitos.

P.D: En respuesta a un lector, nos vamos a Lanzarote, a ver volcanes y tostarnos vuelta y vuelta. Llevaremos rebequita, que todo el mundo sabe que es la prenda que se le pone a los hijos cuando la madre tiene frio ;-)

5 de mayo de 2010

La tarde en el campo y una de houmous


Buenas,

aprovechando que el tiempo ha mejorado (en el sentido que no hace un calor espantoso, ni que llueve, que sólo hace fresco), nos hemos ido como todos los miércoles al campo "a jugar con los palos y las piedras". En lo que íbamos antes a la guarde, Pablo ha tenido una duda de esas que sólo tienes de niño "Papa, ¿y si alguien roba cuando los policías están durmiendo?". Ciertamente es una buena pregunta. Al final hemos llegado a la conclusión que siempre hay un policía despierto (no más, claro).

Estamos ahora viendo un capítulo sobre las vacunas de "La vida es así" y Carmen y yo andamos a la gresca por que se ha cansado mucho en el paseo. Total, que en el flagor de la batalla salta Pablo y dice "Me estáis molestando" indignadísimo. Por cierto, ¿como meará el abuelo barbudo de esta serie? Tiene que dejarse las barbas buenas.

Volviendo al tema del paseo por el monte, a la entrada hay un cartel que indica que no enciendas fuego. Una cerilla, el monte, y un prohibido, así como muy bucólico (una señal antigua, muy chula). Pablo me ha preguntado qué era, y tras explicárselo, me dice "¿Y se puede encender una vela de cumpleaños?", así que le digo que para qué vas a encender una vela de cumpleaños y me responde "Para tomarte una tarta", como si fuera la cosa más normal del mundo. Me encanta ese mundo de situaciones imposibles. Por cierto, nos hemos cascado casi dos horas de andar, que no recuerdo a Pablo con la edad de Carmen andar tanto, y sin protestar lo más mínimo. Que grande es mi niña.

Una cosa que ha cambiado mucho en mi vida desde que tengo a los peques, son mis relaciones sociales. Antes, el hablar con desconocidos era bastante raro, pero ahora, es común. Esta tarde, cuando ya volvíamos, un chico con tres perros se nos ha acercado y hemos estado de charla en lo que Pablo perseguía a Lolo (cuyo "dueño" se llama Lalo y Lola su amiga, que he llamado Lolo al dueño y Lalo al perro, con mi habitual despista). Al final, se han dado una tregua ambos perseguidores, dado que sus fuerzas de pequeñajos están limitadas a quince minutos dando vueltas alrededor de un árbol. Un chico majo el que nos hemos encontrado, así da gusto.

Hablando de temas verdes, el otro día encontré una grata sorpresa en el Hipercor. Tienen una sección Kosher, y como siempre en estas cosas, a años luz de la dieta mediterranea en temas vegetarianos. En este caso, una colección de Hummus de garbanzo, y Tahina de sésamo de lo más completa que he visto nunca. Un poco caro, pero como capricho, muy bueno. Como a un poco menos de 3 euros la tarrina de 300 gramos. No he probado todos, pero el hummus de pistacho, tremendo. Eso sí, hay que tomarlo en frio.


Otra cosa que he notado, es que cada vez más productos tienen referencia a vegetarianos. La última, una galletas Granola (integrales con chocolate) que nunca pensarían que la tuvieran. Son para vegetarianos, no para veganos, pero si lo pone, será que cada vez tienen más demanda de dicha información. Es más, buscando el E-202 (un conservante que tiene el hummus de antes), en la primera web que ha aparecido, hablaba de si podían tomarlos los vegetas o no (que en este caso si, los estrictos y los no estrictos).

Y nada más, que la próxima semana la tribu del tofu se va a las islas afortunadas a mojarse el culamen en el Atlántico.

Besitos.

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