... o vida y obra de la tribu del tofu, como gusten ustedes.

31 de agosto de 2008

Villa Esperanza

En el café de Levante, entre palmas y alegría, cantaba la zarcamora. Se lo pusieron de mote, por que dicen que tenía, los ojos como las moras. [...] ¿Qué tiene la zarzamora que a todas horas llora que llora por los rincones? Ella que siempre reía y presumía de que partía los corazones. [... ] Tiene anillo de casao, le vinieron a decir, pero ya le había besao, y era tarde para ...

Ole el Tito, que contento por la mañana tempranito.

Buenas,

esta alegre entradilla se la dedico al bisabuelo toledano de mis peques, que esta mañana me ha pedido que le cante a Carmen la Zarzamora. Si me escucháseis cantar comprenderéis que ha sido un acto de sumo sacrificio por su parte, dado que canto como el culo. Pero al parecer le recuerda a una época pasada, donde esta canción era el nñumero uno. Qué cosas. El hecho es que se me ha quedado la canción pegada al cuerpo todo el resto de mañana. Y eso que no me la se.

Hoy he hecho una primera comida de macarrones y hamburguesa con Pablo. Es que el otro día le hice unos macarrones sólo para él y casi tenemos un disgusto, dado que no me dio ni uno, je, je. Así que hoy hemos comido juntos, que dicen los que trabajan de esto, que imitando es como mejor aprenden los niños. He evitado hasta rebuznar sonoramente al terminar de comer, para que no me imite y tiña a la suegra de colores. Yo creo que esta teoría tiene bastante de razón (la de imitar, no la de rebuznar). No se si lo conté el otro día, pero fue a hacer pis Pablo con un primo suyo tiene ya casi cuatro añazos. Pablo chorra fuera, culo prieto para delante y haciendo cabriolas con el chorro. Al primo tuve que sujetársela para que hiciera pis. Imagino que su padre no hará como hacemos Pablo y yo, que ahora meamos juntos a la vez en el water (y todo dentro, eh). Picha española no mea sola, ya lo dice el refrán.

Esta semana hemos estado unos días en Cantabria con los Caris (mis mejores amigos) a los que dedicaré otro comentario otro día (cuando obtenga las fotos, para que conozcáis al Cari). Siempre que volvemos de Cantabria me deprimo horriblemente, que se está allí demasiado bien. Creo que tendríamos que liarnos la manta a la cabeza e irnos a vivir al norte. Volviendo a la realidad, os quería comentar la existencia de un sitio para alojarse (al margen del alojamiento de mis amigos) que se llama Villa Esperanza. Está en Liérganes, donde el hombre pez (un tipo que siempre estaba en el agua y un día apareció en la bahía de Cádiz, tiene una estatua en el paseo), y es una casona muy grande con un cuidadísimo jardín. Es el segundo año que vamos, y cada día nos gusta más. Tanto por la calidad humana como por lo bien que se está allí. La habitación en la que nos alojamos tiene un terraza cerrada (tiene un nombre mejor, como mirador o algo así), con dos divanes (como los de los psiquiatras). Es enorme la habitación, y sale por unos 110 lereles, que puede parecer caro pero los vale. Si alguna vez vais por allí y queréis un buen alojamiento, Esperanza rápidamente os hace una ficha (es que la dueña es muy campechana y rapidamente sabréis su vida y ella la vuestra, como sin daros cuenta).

Os cuento esto de Villa Esperanza por que hay lugares donde la inspiración fluye y es como un soplo de aire fresco para la mente. Por las noches, acostaba a los pequeños, y mientras la niña veía la tele o leía un libro, me salía a la terraza y me ponía a leer o simplemente pensar. Una pena no me llevara el portatil, que perdí varias creaciones (puede que luego fueran una mierda, pero en el momento eran magníficas).

En lo que escribía este post he tenido que jugarme un brain training con la consola de mi cuñada que ha dicho que mi edad cerebral es de 22 años. Y eso que me ha salido fatalmente la prueba, je, je. Tendría que tener esto una cámara para ver la cara de su novio cuando vea el listón que le he dejado, muhahahahaha.

Besitos.

21 de agosto de 2008

Primer biberón = Fracaso total

Buenas,

ayer tratamos de darle el primer biberón a Carmen, dado que ya se acerca la vuelta al cole y allí no hay teta de mami. Por eso, y por que ya nos gustaría catar eso de dormir unas horas del tirón, que cada tres horas o menos empieza a pasar factura. Como comento en el título, fue un fracaso total. Le enseñaba el biberón y se lo echaba a boca, pero por un lado, para mordisquearlo. Que digo yo que estará con los dientes. Pero cuando ya veía que salía algo del interior, a escupir y a llorar. Que pelea. Veremos si hoy en el segundo round tenemos más suerte.

Por cierto, íbamos a comprarle la misma leche que a Pablo, la de Nutriben, pero mirando la composición ví que lleva aceite de pescado (sólo la 1, la de 2 no). Cuando Pablo nació, estas leches no llevaban DHA, sólo ácido alfalinoleido de ese, pero con el cambio casi todas han optado por usar aceite de pescado. Por suerte encontramos una (ahora no recuerdo la marca, juraría que Enfalac) que tenía el DHA proveniente de organismos unicelulares. Y es que veo que en esto nuevo de nuestras queridas siglas de ácido graso hay dos vertientes y no entiendo bien el motivo. Me viene bien, claro, pero no comprendo por qué unos lo sacan de aceite de pescado y otros de algas.

Cambiando de mochuelo, una pequeña anécdota que me pasó ayer con Pablo. Estaba el mozo haciendo pis en el water, y al ir a subirle los pantalones (no quería subírselos) tiré la tapa y le pillé la pilila. Por suerte, es la tapa esa que no toca directamente la taza, así que no le hizo daño. Sólo el susto. Bien, esta mañana, al ir a hacer pis, le veo que quiere bajar la tapa de abajo y le digo que esa tapa no se baja, que haga pis sin tapa. A lo que me resconde "La tapa se cae". Jajajaja, casi me muero de la risa. No le haría daño, pero se le ha grabado a fuego en la memoria.

Para terminar, os voy a contar una pequeña historia de lo que es la vida. Mi suegra tiene una piscina y en ella caen muchos insectos que se ahogan si no los rescatas. Así que estamos cada rato sacando los bichos, por diferentes motivos. Uno de los que saqué era especialmente grandote y amenazante. En concreto es este:

como podéis apreciar en la imagen, mi ayuda a que no se ahogase ha contribuido a que la hormiga se cague en todos mis muertos puestos en fila india. ¿Qué moraleja sacamos de esto? Básicamente que gracias a Dios que no soy una hormiga, por que vaya bicho feo que se la comió ;-)

Besitos.

16 de agosto de 2008

Pelotas gordas, gordas pelotas

Buenas,

un clásico de los finales de verano son las ferias de los pueblos, por lo menos los que yo frecuento. Ayer estuvimos en una de ellas, donde el grito de guerra, además de "Otro Pocoyó" era lo que gritaba sin cesar el de la ruleta "Pelotas gordas, gordas pelotas, ¡como tengo las pelotas!". Que sutileza y finura para referirse a que el producto estrella eran una pelota de futbol de dimensiones descomunales.


Los botijos

Pero no anticipemos acontecimiento, que por la mañana estuvimos en otra típica cosa del verano toledano, los botijos. Al parecer el 15 de agosto es el día de la virgen del Sagrario, y es típico ir a la catedral a ver a la virgen y beber agua de los botijos, llenos de agua de un pozo. Este año, además de dejar sólo una puerta abierta a la catedral y sacar los botijos a la calle me pasó una cosa de la que aún no doy crédito. ¡Vi a un señor robando un botijo! Perplejo me quedé al verle meter, con ayuda de una mujer, el botijo en una bolsa enorme junto con dos garrafas de agua de la Virgen. Yo no se si ese agua curará, pero seguro que la Virgen les manda unas almorranas gordas como melones de premio a su osadía. Luego me fijé que había seguridad vigilando que no se roben los botijos, con lo que al parecer es habitual eso del "robo del botijo". Spanish Deep o España Profunda.

Los "cacharritos"

Alejándonos del ambiente excesivamente piadoso, volvamos a la ruralidad ferial. Los que tengáis hijos sabréis que los horarios feriales se dividen en dos, con niños y con niños cansados y pesados. Nosotros fuimos a la primera hora, en la que los niños aún no están cansados ni pesados, y puedes disfrutar bien de ellos. Es la primera vez que Pablo se monta en las atracciones de la feria, y que pasada. Además, coincidimos con un primo suyo que tiene tres añitos, con lo que de la manita se recorrieron todo el recinto. Que si los caballitos, que si el camión de bomberos, que si el tren de la bruja. Una pasada, eso si, agotadísimos terminamos. En el plano anecdótico, me encantan los feriantes curtidos. Me encontré nada menos con el ejemplar de la derecha, que mientras recogía los tickets de los niños dando vueltas fumaba con la ceniza pegada al cigarro. Un grande. Yo me monté una vez con los dos y casi salgo vomitando.

La alimentación ferial vegetariana

El tema de comer en la feria para un vegetariano es surtido y diverso. Por un lado, el mundo del encurtido nos sonríe. Berenjenas en vinagrazo, banderillas de multiples sabores y colores, aceitunas de tamaño indecente y demás productos que sólo de pensarlo se me pone el estómago a bramar y el morro a salivar. Y eso que no como una guindilla en la feria ni de coña. Si nos interesa algo más calentito, otro universo se nos abre. Nada menos que el de las perdices (como dicen en Granada) o más concretamente las patatas gigantes asadas. Imagino que esto surgiría de un hortelano que sacó una cosecha de patatas enormes y dijo "¿Qué hago yo con patatas de dos kilos?". Si no, no me lo explico. La idea es una patata descomunal, abierto y aderezada originariamente con sal, pimienta y aceite. Ahora ya se versiona con infinidad de aderezos, todo lo que pueda salir de un bote de conservas. En concreto, mi amiga de la izquierda era de zanahoria, remolacha y maiz. Sutil mezcolanza de sabores. Siempre puedes comer también las tristes patatas fritas bañadas en ketchup, pero no es lo mismo, que decía la canción. Para terminar, ¿qué mejor que los típicos churros? Noté que a diferencia de las fiestas de mi pueblo, las de aquí no tienen unos churros que me encantan. Una especie de cilindro gordo, relleno de masa de chocolate, bañado en más chocolate y aderezado de pizquitas de chocolate. El colesterol sube sólo de mirarlo. Luego os pongo la foto de la triste churrería, en la que el churrero no se tomó bien mi foto.

Fauna y flora

Además de los feriantes propiamente dichos, como el fumador de los cochecitos, es divertido ver al personal. Cuanto más pueblo es el lugar donde se celebran las fiestas, más se engalana la gente y más te metes en el fregao. Y lo digo en serio. Ver a tanta gente que se ha vestido para la ocasión le da al evento una enjundia superior, y te siente dentro de una sinergia ferial sin parangón. Vivan las fiestas de los pueblos. Como muestra, dos botones. Primero una señora a la que no fotografié y creo que me arrepentiré toda la vida (más que del ladrón de botijos). La señora iba de riguroso luto, enjuta como un galgo y con el brazo en cabestrillo. En la mano buena, un enorme algodón de azucar que iba comiendo tan contenta. Cuando me vió, me devolvió la sonrisa con la que yo me presentaba. Pagaría por poder volver a hacerle la foto. Como muestra de los engalanamientos, y del colorido de las ferias, esta señora de la derecha. Por cierto, qué bonito es hacer fotos en las ferias, donde la cantidad de colores supera la paleta. Un lujo, que dicen aquellos.

Echando el cierre

Pues nada. La experiencia de la feria fue una pasada. Los peques se lo pasaron genial. Les regalaron una escoba del tren de la bruja, junto con un globo para defenderse de los envites de la susodicha, por otro lado un globo cebra con el que se está peleando ahora mismo, y para terminar, un coche con palo que les convirtió en el peligro número 1 de los tobillos de los paseantes. Nuestra pequeña Carmen, salvo un rato malo que pasó, disfrutó como una enana. Tantas luces, tantos olores, tantos sonidos, una sinfonía para los sentidos de un pequeño ser humano.

Lo único que no me gustaron fueron los caballitos pony, que pensaba que ya no existían. Pero bueno, no todo va a ser perfecto.

Y eso es todo, amigos. Hoy os dice adiós mi amigo Gómez el churrero:

Besitos.

13 de agosto de 2008

Insonorizado

Buenas,

no se si usaréis habitualmente tapones para dormir. Yo si. La sensación de usar tapones, ya sea para dormir o para no oír las obras del recinto de al lado, es muy similar a la soledad. Por lo menos lo veo así. Coges unos tapones nuevos, de espuma, amarillos, los aprietas haciendo un canutillo, te los pones en los oídos y al segundo estás en otro mundo. Un mundo en el que nadie penetra, sólo estás tu con tus pensamientos. Puede gustarte o agobiarte oir incluso como entra el aire en tus pulmones. No se como se llama este efecto en el cine, pero lo usan mucho los directores. A mí me gusta mucho este mundo que se consigue así, lo malo es cuando te los quitas, que descubres de nuevo ese mundo ruidoso que no siempre te interesa conocer.

Tras esta introducción en la línea de "¿que te pasa Tito?" decir que no me pasa nada. He estado leyendo un blog por ahí de un tipo que trató de ligar con la hermana de una compañera del trabajo, y luego lo contó en su blog para finalizar relatando la práctica onanista que tuvo pensando en ella, todo aderezado de tacos e improperios. Y me he dado cuenta de varias cosas. La primera es que el blog tiene que cambiar de aspecto a la de ya, que esto es lo menos visual que se puede ver en Internet. La segunda es que me encanta escribir, y necesito escribir, contar lo que se me venga en gana, pero contarlo. Aunque nadie lo lea. Tercera, necesito hacer otro blog, o directamente lanzar este a los leones y dejar cabida absolutamente a todo. Yo creo que, como esto se me pasa con echarme la siesta, seguirá todo como hasta ahora.


Esta que está a la izquierda es una avispa en el avispero en estado de larva. No se si conseguirá llegar a ser una avispa de verdad, de las que pican y se comen los restos de basura, pero aquí tiene buena pinta la jodia. Como ya os dije el otro día, me estoy adentrando en el mundo de la fotografía con dispares resultados. Todo el mundo dice que se me da bien, pero el verdadero problema es que no se lo que quiero. Un día quiero escribir, otro fotografíar, otro no hacer nada, otro esto, otro aquello. Una ruinica.

Por cierto, el otro día os hablaba de un video que me pareció harto curioso. Voy a ver si lo encuentro y lo pongo ...... nada, parece que no está en la red. De todos modos no es tan importante. El tema es un niño al que le ponen en el plato unas tristes espinacas y el niño no se las come. Así que le dice su madre que se las comerá mañana. Y al día siguiente siguen igual de frescas las espinacas. Y así sucesivamente, hasta que se ve al niño que pasa al lado del frigorífico y le da una patada al mismo. Me hace gracia desde un punto de vista vegetariano, dado que lo que nos muestra es que se siguen preparando las verduras como el culo, y no es de extrañar que el niño no quiera las espinacas ni atado. ¿Qué le costará poner esas espinacas como Dios manda? Ahí queda la duda.

Hablando de dudas, ¿por qué ponen siempre el interruptor del cuarto de baño fuera del mismo? Me tiene muy intrigado eso. Recuerdo cuando era niño lo típico que era estár haciendo de vientre (o cagando, como veáis) y que te apagasen la luz a modo de broma. ¿Por qué no ponen las luces del dormitorio fuera para poder echarte unas risas? Es un misterio que me encantaría saber la solución. Yo creo que el que invente una lamparita al lado de la cisterna del water para estos menesteres se forra.

Bueno, pues la cosa no da más de sí. Así que os dejo con mi amiga la libélula, que no se qué os tiene que contar.


La tribu del tofu

Buenas,

esta semana pasada Pablo ha estado con fiebres de más de 40º, que como siempre son causadas por un virus que no tienes más remedio que joderte y aguantarte. No se como dice exactamente el refrán, pero viene a ser "No lo siento por lo malito que estuvo, si no por el geniecito que se le quedó". A ver si se le pasa a Pablo, que está harto pesado el mozo.

La inclusión de nuevo vocabulario en su vida hace que cada día te lleves un buen rato de risas con las ocurrencias que va teniendo. Por ejemplo, el otro día haciendo caca dijo "Huele fatal" y casi me meo allí mismo. Es una experiencia muy interesante esto de aprender junto a ellos.

Carmen ha vuelto por sus fueros plúmbeos, ahora acompañados por unos mocarros enormes (que no le corresponden a una señorita) con lo que no hay quien duerma en esta casa. El tercer vástago se va complicando. Yo creo que Carmen vio que teníamos ganas de tener un tercero y dijo "Os voy a quitar las ganas, por estas que son cruces". En el plano positivo, está para comérsela de verdad. Unas risas te echa que te derriten, además de pasar más tiempo sin necesidad de tenerla en brazos y de hacerla caso. Incluso ya hace sus pinitos de gatear, con poco exito. Lo que si que consigue es darse la vuelta una y otra vez. Hasta que se caiga de la cama, supongo.

Bueno, pues no os cuento más.

Besitos.

3 de agosto de 2008

Adios al pañal!!!

Buenas,

como dice una canción "en el verano poco mancho el cuaderno". En mi caso, poco mancho el blog. Pero aprovechando que en domingo, que se está fresquito en la piscina, y que la tribu está mansa con la familia, voy a ver si os cuento las cosillas que nos han pasado.

Por un lado, el otro día fue mi cumpleaños feliz, cumpleaños feliz, te deseamos todos, cumpleaños feliz. Dado que soy una persona de aficiones, siempre es fácil regalarme cosas que pegan con mi afición del momento. En este caso na' menos que la fotografía, como ya os iré dejando nuevas muestras de mi "arte".

Hablando de temas más serios, hace tres noches le quitamos a Pablo el pañal definitivamente. Adios para siempre. Ya sólo lo manteníamos para dormir la siesta y por la noche, pero como nunca lo mojaba, pues fuera. Un problema menos. Ha controlado de maravilla los esfínteres este mocito desde el comienzo. Bueno, menos ayer que le dije que no le daba un yogurt y se fue a una esquina a mearse encima. Es la primera vez que lo hace, y espero que la última.

Esta semana pasada tuvimos un pequeño encontronazo en el parque con una abuela. Realmente no pasó nada, pero nos deja reflexiones interesantes. Estaba una abuela con su nieto, una pareja con su hija y el Pablo pululando por allí. La abuela sacó una bolsa enorme de gusanitos, y tanto el nieto con la niña se pusieron a comerselos. Pero cogiendo puñaos y metiéndoselos en la boca dándose golpes para que les entrasen en la boca. Un espectáculo realmente dantesco, dado que se les caían más de la mitad. Total, que la abuelita le ofreció a Pablo y este se acercó, metió la mano y se comió uno. Y así los fue cogiendo. Y la abuelita simpática hizo el comentario "Mira que niño más tímido, que los coge de uno en uno".

El comentario era bastante tibio, pero me sentó bastante malamente. Me dieron ganas de decirle "No es tímido, lo que pasa que es educado". Pero como había más niños metiendo la mano hasta el codo, pues me pareció que no se iba a entender correctamente el mensaje e iba a parecer una ofensa. Que por cierto, los padres dan con una alegría al resto de niños cosas de comer que dan un poco de susto. Tu imaginaté que haya algún niño celiaco que no pueda comer gusanitos. Y tienen que estar los padres detrás del niño continuamente para que otros padres no le den de comer.

Otra cosa que me sorprendió es que sacaron un bolsón de "chuches" y se pusieron los niños ciegos. Cuando digo ciegos, digo ciegos, dado que al final una niña tuvo que decirle a su madre, mirando con cara de asco la golosina, que la iba a tirar por que no podía más. Hombre, darle una golosina pues vale, pero es que no os imagináis las bolsas que se comieron, y eso que eran niños de dos años. Esto nos planteó otro dilema moral, ¿qué hacer cuando Pablo diga que quiere gominolas que sabemos que se hacen de huesos machacados?

Es un tema complejo. Por ahora no queremos que los coma, no por su origen, si no por ser un alimento bastante poco recomendable para los niños. Y después como dijo aquel ya veremos. Lo hablamos y creemos que le dejaremos que coma las chuches de los demás niños. Nos parece un poco fuerte privarle de comer las mismas guarrerías que los demás niños, pero eso claro, si algún dia se empeña en comerlas, que no tiene por qué.

Poco me inspira la piscina para contaros cosas. Pablo ahora está dejando el bibe de lado, y quiere desayunar en vaso. Es un proceso bastante natural de madurez, con lo que educar a Pablo nos está viniendo casi dado. A ver si con Carmen es tan sencillo.

Pues nada, os iba a hablar de un anuncio de la tele, que seguro que no os habéis fijado en una curiosidad que tiene, pero no me apetece buscarlo en el youtube. Otro día con más calma.

Besitos.

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