... o vida y obra de la tribu del tofu, como gusten ustedes.

16 de mayo de 2008

Declaro que todos los jueves sean fiesta

Buenas,

dicho queda, que me sentó ayer muy requetebién el día festivo. Hoy he leído en el desayuno que no se qué partido catalán va a pedir que en España no se puedan adquirir productos derivados de la foca. Todo esto viene al hilo de los canadienses, que ha dicho que justifican las matanzas de focas para implantes coronarios. Luego también he leido que se puede obtener de ellas un aceite un 30% con más omega-3 que de los peces. Finalmente, el artículo contaba que en realidad estos solos los usan los diseñadores de moda, con lo que desde aquí mi más absoluta repulsa a esa panda de malnacidos. Primero, por misógenos y dar la imagen de la mujer que dan (la anorexia no mola nada, nos gustan cuerpos de verdad, que sonrían y parezcan felices) y segundo por usar pieles. Dicho queda.

Como os conté el otro día, he rescatado un libro de cocina vegetariana baja en calorías (mi madre cree incomprensiblemente que estoy gordo) y he vuelto a hacer otra receta. No tiene nada que ver con la que venía en el libro, pero la idea es lo que cuenta.

Verduras al horno con salsa de piñones
  • Un cebolla y media.
  • 7 u 8 champiñones.
  • Un poquito de brócoli
  • Zanahorias y calabaza.
  • Piñones.
  • Leche.
  • Queso.
  • Romero, harina, sal y pimienta.
  • Pan de molde.
Por un lado, hacemos lonchas gordas de todas las verduras (se pueden añadir más) y las echamos en agua hirviendo durante 8 minutos, para que queden tiernas. Calentamos el horno mientras tanto. Escurrimos bien las verduras y las ponemos en el horno espolvoreando romero, mejor en la parrila (poner algo debajo), durante unos 25 minutos a 200º.

Por otro lado, freímos la media cebolla con los piñones (cuidado no se quemen) y cuando poche, añadimos la cucharada de harina. Le damos un meneito y vamos echando leche para hacer una besamel. Una vez coja consistencia la besamel, le echamos sal, pimienta y un poco de queso para darle más sabor. Incluso se le puede añadir más romero a la salsa.

Tostamos pan de molde, y lo cortamos en diagonal. Echamos la salsa en un bol y la ponemos en medio de los panes (una presentación, que se suele decir). Sacamos las verduras del horno y las ponemos en una bandeja. Se le echa parte de la salsa por encima.

Para comer, se van cogiendo mitades de pan bimbo, se le echa por encima las verduras y luego un poco más de salsa. Y ya está. Es un plato laborioso, pero la verdad que esta bastante rico.

Y de regalo, las lentejas que hice ayer y estaban de escándalo. Con los mejores secretos de un servidor.

Lentejas (para dos estomagos grandes y uno pequeño)
  • Una cebolla.
  • Tres o cuatro patatas pequeñas.
  • Dos zanahorias.
  • 2 tomates.
  • Dos puñados y medio de lentejas pequeñas. Se pueden poner en remojo cuando empecemos a hacer el plato.
  • Media pastilla de caldo vegetal, sal y pimienta.
  • Mucho cariño.
Picamos finísima la cebolla y la añadimos a una olla con aceite caliente. En lo que se pocha, cortamos muy finita la zanahoria, incluso si se quiere a daditos pequeños. La añadimos a la cebolla. Pelamos los tomates y los cortamos en trozos pequeños. Cuando esté pochada la zanahoria, añadimos los tomates y bajamos el fuego un poco. Pelamos las patatas y hacemos daditos pequeños. Cuando esté reducida la salsa del tomate, echamos la patata junto con la pastilla de caldo, la sal y la pimienta. Removemos bien para que no se nos pegue la patata.

Lavamos bien las lentejas y las añadimos a la olla. Removemos bien para que vaya cogiendo aromas y sabores. Echamos agua para que se cubran, pero que no se ahoguen. Ponemos un fuego medio y cuando la patata esté tierna, quitamos el fuego. Lo dejamos descansar un par de horas para que se rehidrate bien las legumbres y ya está.

Como dice mi familia política "me salieron especiales".

Besitos.

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La tribu del Tofu

Buenas,

como decía arriba, los jueves a partir de ahora son festivos. Que me lo pasé genial. Primeramente, me fui a la cama de Pablo a amarrarle un rato más (que las 6:30 es muy pronto para un festivo). Claro, esto desencadena en guerra de besitos, que si me da un cabezazo en la nariz, etc. Luego hicimos juntos la comida, con el típico "papa ¿qué haches". Después me llevé a Carmen de paseo a que me metieran los bajos de los pantalones y a comprar un tendedero para mi madre. Nos comimos las lentejas, que como digo estaban de muerte. Una siestaza de cuatro horas, que el medio calabacín tuvo que entrar a ver si respirábamos, y a sanear la habitación, que olia a machotes.

Por la tarde, un rato en familia y casa de mi madre a ponerle el tendedero. En qué momento, parecía un tendedero Ikea del montaje que traía. Luego al parque un rato con Pablo y a echar gasolina (su primera vez, se puso hasta el guante, el personal se partía de risa). Todos a cenar, los mayores a cosas de mayores y los pequeños a dormir y pegar mocos en el colchón.

Un día genial!!

En otro orden de cosas. estoy viendo que los hermanos pequeños enferman antes que los mayores. Pablo no enfermó hasta la guardería y Carmen ya tiene sus primeros lustrosos mocos. Y es que teniendo a un hermano tan cariñoso no me extraña. Por cierto, Carmen ya pesa 5,120 según la báscula de la farmacia, y está preciosa a más no poder. Y Pablo está cada día más delgadito, no se por qué. Está fuertote, pero se le caen los pantalones. Ciertamente no se queda quieto. Una cosa que me mosquea un poco es que el biberón de por las noches ya no lo quiere, sólo se toma la mitad y quiere dormir. Bueno, si lo quiere, pero sólo para conciliar el sueño, no lo apura ni de lejos. Quizá este algo pochillo.

En fin, pilarín, nada más que contar.

Besitos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

yo tambien quiero que todos los jueves sean fiesta... y los viernes puente ;)

Vaya padrazo estas hecho!

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