Si te ahogan las penas, no se las cuentes a tus amigos; que se rían de su p#t@ madre - Antonio Gamero, descanse en paz.
Buenas,
ayer tuvimos una mañana cocinera, primero hice un cocido, muy adecuado para los 40º a la sombra del exterior. Y después, para algarabía de los peques, un postrecito, que nos dejó esta divertida conversación:
Yo: Vamos a hacer una tarta de Santiago!
Pablo: ¿Es su cumpleaños?
Muhahahahahaha, por suerte no vino el susodicho Santiago a por ella, que tiene que estar en un estado deplorable. La receta la cogí del forovegetariano, de mi amiga Just, y como el Santiago ese no me patrocinaba, la decoramos con formas de dinosaurios que molan más. Me quedó un poco cruda y demasiado dulce, pero lo suficientemente bien como para animarme a hacer otra:
Tarta de Santiadinosaurus.
- 250 gramos almendras picadas (o enteras y las picas tu, que hay que explicarlo todo)
- 60 gramos de sirope de ágave (o 120 de azúcar, aunque este dato es una estimación, mejor el sirope)
- 250 ml de agua.
- 4 cucharaditas de no-egg (unos polvos que sustituyen al huevo, una maravilla, oiga).
- 1 cucharadita de ralladura de limón.
- 1 cucharadita de bicarbonato.
- media cucharadita de vinagre de sidra o de manzana.
- 1 pellizco de sal.
- Azúcar picado o fructosa para decorar.
Echamos todo en un bol, salvo las almedras picadas. Removemos hasta conseguir una pasta uniforme, y vamos añadiendo las almendras poco a poco sin dejar de remover. Cuando tengamos una masa compacta, vertemos sobre un recipiente para el horno. Es interesante que se use el famoso "papel de horno" para evitar que al sacarlo consigáis el efecto "desplome" y pase de tarta a revuelto de tarta.
En el horno lo tenemos entre 20 y 30 minutos (más los 30) a 180º. La tarta sube bastante, con lo que mejor que el recipiente sea algo profundo (que se vea el fondo sin necesidad de medirlo con una piedra y oyendo lo que tarda en volver el eco). Para saber si está, pinchamos con un cuchillo, si sale limpito, es que ya está, si no se clava, es que se ha quemado (o que la estás clavando en el horno), y si sale sucio, es que no está. Es importante no andar abriendo y cerrando el horno, que se escapa el gato, como dice el dichoso dicho. Ah, y espolvoreamos el azúcar picado sobre la tarta, con la plantilla de por medio. Si espolvoreamos con la tarta de por medio, quedará muy limpia la plantilla y toda la tarta como las montañas del Himalaya.
Delicious, que dicen estos malandrines y pillastres.
Después de hacer la tarta, nos fuimos a ver a mi madre, que parece ser que un vecino abusaba de su buena fe en cuanto a las nuevas tecnologías, y en especial a las redes inalámbricas. En lo que le daba matarile, sacaron la plastilina y estuvieron jugando. Al terminar, Pablo se dedicó a coger los trocitos pequeños (sin decir nada, a su rollo) y ponerlos en un cartón. Cuando terminó, se fue silenciosamente a la basura, y los tiró. Estoy sopesando una prueba de ADN, que estos no son mis genes, jajajajaja.
El día antes, fuimos a celebrar mi cumpleaños pasado y en el camino se reflejó esta conversación:
Carmen: Vamos a la pisci.
Mi madre: ¿A la pisci?
Carmen: Si, a la pisciría.
Lo mejor de todo esto es que estoy convencido que hace estas cosas para vacilarnos, dado que dice pizzería perfectamente (y pizza margarita).
Por cierto, ya encontré con qué comernos el gluten frito ese que compré en los chinos. En el Hipercor encontré una salsa de color marronaceo, que vale un congo, pero que al medio calabacín le gusta. Es con leche de coco y curry. Frió / coció unas verduras, sofrió el gluten, le echó la salsa y buenísimo con unos fideos chinos. De esos platos que se te cae la lagrima al ver que se va terminando. Tengo que echarle un ojo a las recetas de mi lector, el Senyor_X, que me quedan latas como para pasar una guerra (de menos de 100 años, a ser posible). Y es que cuando compro, compro de verdad. No soy de esos que compran una lata de algo, ¿por qué adquirir uno cuando puedo tener 10 y almacenarlos en las estanterías? Eso me pregunta el medio calabacín cuando descubre que podemos enharinar a medio salvaje Oeste, muahahahaha.
Y poco más que decir. Unicamente la desgracia de que mi frutero se ha ido de vacaciones, con lo que tendré que sucumbir a los placeres del Mercadona o del Carrefour. ¿Se sentirán así los médicos cuando hacen un tacto rectal? Me refiero al ponerte los guantes al coger la fruta, claro.
Besitos.
7 comentarios:
Qué pintaca!
Un beso :)
¡Qué chula! Mucho mejor con dinosaurios, dónde va a parar...
si te quedas sin no-egg va muy bien la harina de maiz "harinapan" mezclada con harina de garbanzo…
:)
Me ha encantado! probaré a ver qué tal me sale! tengo que encontrar el no-egg o como dice María probar eso de la harinapan...
Tito! Qué bien quedaron los dinosaurios! :-) Lo demás es que no seguiste las instrucciones, eres muy rebelde y la repostería es como las matemáticas, si te escurres ya no te sale. Así que un "chorreón" de sirope ¿eh? vaya, vaya,
jajajaja
Gracias por hacer la tarta, por la entrada en tu blog, y por tu amistad.
Y qué niños más geniales tienes, son toda una fuente de inspiración.
Besos
Just
Hola! me gusta que difunda la buena cocina, se ven muy apetitosas sus recetas ^.^
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Ana María
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