... o vida y obra de la tribu del tofu, como gusten ustedes.

9 de octubre de 2010

9 de octubre de 2010 – En la cocina

Mamá, que estoy aquí, no en la tele - Carmen con la boca abierta esperando una cucharada.

Buenas,

Hoy estoy en mi salsa, como se suele decir. No es que me esté rebozando en sudor, que también, si no porque llevo toda la mañana metido en la cocina. Los cristales de las ventanas empañados de tal modo que de vez en cuando cae un goterón de condensación. Tras esa fina de vapor de agua y materiales modernos, el frio y la lluvia empeñada en poner de moda los coches acuáticos. Los fuegos de la cocina, a tope. Ya han salido los chorizéticos de mi amiga Just del microondas, el seitán que me enseñó a hacer Elena está terminando de cocerse, el tomate friéndose, y la lombarda de nuestra comida, reduciéndose a su mínima expresión. Una mañana de las buenas, con el fregadero lleno de utensilios, y el líquido blanco de limpiar el gluten, encalando la encimera.

Por la puerta asoma Carmen con el pantalón en la cabeza y el culete al aire. La lavadora centrifugando y el lavavajillas perdiendo más agua que la que le entró al Titanic. En la radio, el método Vaughan, que desde el cambio de trabajo, ando con el ojal que no me cabe pelo de tofu. En fin, todo será aprender inglés, que si los niños pequeños de Londres lo hablan desde su más tierna infancia, yo también debo poder aprender.

Una mañana de fin de semana otoñal como otra cualquiera. Me encanta.

En lo electrónico, unido a que se me rompió la cámara, ahora ha caído el ordenador, y no sé si el router (si veis este post, es que todavía aguanta). Si es que no se puede confiar en las máquinas. Por eso prefiero los fuegos de gas, nunca me han dejado tirados.

Besitos.

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