... o vida y obra de la tribu del tofu, como gusten ustedes.

4 de noviembre de 2012

Brotelandia o el ataque oriental de Príncipe Pío

"Cuando se muera papá, ¿podremos tener un perrito" - Carmen,todo amor hacia su padre.


Buenas,

este puente ha sido el de "deja a los niños con los abuelos y corre, no mires atrás, apaga los móviles y suéltate la melena, nena". El jueves hicimos un paquete de hijos destino abuelilandia, y pasamos a quemar la noche de Madrid. Con decir que el viernes volvimos a las 22:25 de la noche, cuasi a rastras por culpa de los efluvios alcohólicos de dos cervezas, dos, lo digo todo. A las 9:30 que me desperté el sábado, como un joven de esos de verdad, muahahahahaha. En fin, no parece mucho, pero a todos los padres que se creen peores padres por dejar de vez en cuando a los niños con los abuelos, olvidaos de prejuicios. Mejora mucho la relación de pareja, o por lo menos te deja tiempo para tocarte el mondongo. Con decir que embadurné toda la encimera con aceite de oliva, para una mañana loca de ..... dar brillo a la encimera de granito. Jurjurjur, ya os digo, a lo loco.

Como iba diciendo, el jueves nos desmelenamos y fuimos a cenar al buffet libre vegetariano que hay por Callao. Y de paso, paramos en Príncipe Pío, en el supermercado oriental que hay. La locura. He llegado a comprar tiras secas de ternera vegetal en salazón, que mirándolas ahora, me dan hasta asco. Parecen tiras de tabaco de esas que escupen en una escupidera en las películas de vaqueros. Por no decir indecibles latas de seitán frito, que estamos preparados para un apocalipsis zombie. Me falta una escopeta y un bate de beisbol y podremos resistir. Pipas de calabaza, kikos al ajo, especias surtidas, nubes con gelatinas vegetales y surtido de cosas informes que dudo que alguna vez me coma. Tengo una balda entera que parece esto la pequeña china.

Pues una de las cosas que compré también son unas semillas de soja verde, para resucitar el aparato para hacer brotes que tengo hace años muerto de la risa. Me parece que me pasará como otras veces, que la primera hornada sale bien, y las siguientes, se escapan los brotes del aparato y tratan de conquistar el mundo. Qué recuerdos, cuando empezaron a huir los brotes, jurjur. Lo que sí es verdad que alguna vez más que un brote, eran ya plantas. Como comerse un recién nacido de esos que merendaban los comunistas en los carteles de esa España lejana en el tiempo.

Aprovechando el tirón, cogí un libro de recetas del Ikea, que no tiene mala pinta (realmente no tienen mala pinta las fotos). Hicimos unos burritos con judias (y un seitán en lata de esos, que da gloria verlo) que esta mañana levantaba el edredón nórdico sin manos. Grandiosos cuescos. A lo que iba, leo en una receta "usar especias tahilandesas, de venta en supermercados asiáticos". Esto es como si te pone "especias españolas". Estos no han ido al supermercado oriental que os cuento, que debe haber como 100 millones de especias distintas.

En fin, otro día os cuento más vivencias, que hoy ha venido mi madre y no me ha dejado explayarme.

Besitos

1 comentario:

aceite de oliva dijo...

jajaj que graciosa experiencia!!

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