Buenas,
ayer fue el cumple de Carmen, su primer añito. Como pasa el tiempo, recuerdo perfectamente cuando nació, lo mal que lo pasó con los reflujos, lo seria que era, la mal que lo volvió a pasar cuando la dejamos en casa de mi suegra y se puso malita, y luego, todo cambió. Empezó a comer como una lima, que recuerdo el primer bibe que le pudo dar Isa de la guarde, que fue corriendo a contárselo a otra profe de lo contenta que se puso. Empezó a dormir de maravilla, pero sobretodo, comenzó a sonreir. Esa sonrisa que ilumina el mundo y que hace que todo problema no parezca tan importante. Y aquí la tenemos, con su añito, sus seis dientes, su genio, sus andares divertidos, su panzota que no la dejan verse los pies, y su sonrisa. Felicidades, mi vida.
El cumple estuvo muy bien por que vino además de mi madre, una amiga nuestra con su marido y su hija, que es de la clase de Carmen. Comimos gusanitos y tarta, y cantamos el cumpleaños feliz. Luego por la noche tuvimos un episodio de lágrimas y lloros hasta que descubrimos el diagnóstico. Empacho total y absoluto. Madre mía, echó la vomitona de su corta vida y se quedó con cara de "ahí queda eso. No hagáis ruido, que me voy a dormir". Y es que los excesos se pagan, desde luego.
Le regalamos una canasta para el baño, que le ha encantado a los dos, y una red para guardar los juguetes en la bañera, que le ha encantado a Pablo. Además, le han caido unos vestiditos y un albornoz de señorita. Más guapa ella.
Y nada más, que fue un día muy feliz el de ayer. Espero que por lo menos, el resto de días sean así, je, je.
Besitos.
P.D: El post 350, nada menos.
ayer fue el cumple de Carmen, su primer añito. Como pasa el tiempo, recuerdo perfectamente cuando nació, lo mal que lo pasó con los reflujos, lo seria que era, la mal que lo volvió a pasar cuando la dejamos en casa de mi suegra y se puso malita, y luego, todo cambió. Empezó a comer como una lima, que recuerdo el primer bibe que le pudo dar Isa de la guarde, que fue corriendo a contárselo a otra profe de lo contenta que se puso. Empezó a dormir de maravilla, pero sobretodo, comenzó a sonreir. Esa sonrisa que ilumina el mundo y que hace que todo problema no parezca tan importante. Y aquí la tenemos, con su añito, sus seis dientes, su genio, sus andares divertidos, su panzota que no la dejan verse los pies, y su sonrisa. Felicidades, mi vida.
El cumple estuvo muy bien por que vino además de mi madre, una amiga nuestra con su marido y su hija, que es de la clase de Carmen. Comimos gusanitos y tarta, y cantamos el cumpleaños feliz. Luego por la noche tuvimos un episodio de lágrimas y lloros hasta que descubrimos el diagnóstico. Empacho total y absoluto. Madre mía, echó la vomitona de su corta vida y se quedó con cara de "ahí queda eso. No hagáis ruido, que me voy a dormir". Y es que los excesos se pagan, desde luego.
Le regalamos una canasta para el baño, que le ha encantado a los dos, y una red para guardar los juguetes en la bañera, que le ha encantado a Pablo. Además, le han caido unos vestiditos y un albornoz de señorita. Más guapa ella.
Y nada más, que fue un día muy feliz el de ayer. Espero que por lo menos, el resto de días sean así, je, je.
Besitos.
P.D: El post 350, nada menos.
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