Un paseo por el campo

Buenas,

íbamos el otro día paseando Pablo y yo por el campo, dando patadas a una pelota cuando dice:

"Papa, un niño con tetas, ¿por qué tiene tetas?"

hay un refrán que dice que una situación nunca está tan tensa como no poder tensarse más. Por suerte, estábamos lejos y no nos escuchó, que si no me muero de la vergüenza. Aunque ¿qué culpa tengo yo que tuviera un niño de unos 10 años tetas para una copa "C"? Angelico, qué tetazas que tenía. Bueno, tetazas y demás magras, que no le faltaba detalle. Por supuesto que la culpa nace de los padres, pero el muchacho se podría dar cuenta también, entiendo.

Y es que por la noche fuí a comprar unas revisticas y algunos productos básicos y en la cola estaba un abuelo con dos nietos, de dos y tres años. Y estaba comprándoles para antes de la cena dos barras de galletas con caramelo y chocolate por encima. Nada menos. Parezco un perro de Paulov de la saliva que vierto. Y le dijo la abuela que eso era muy grande y él la miró con cara de "No tienes ni idea".

Qué fuerte, qué fuerte.

El otro día Pablo dijo que el de pequeño era "calvo y rubio" por dos fotos que tenemos en la habitación. Que rico. Carmen ha aprendido a dar besos, que más o menos es como dar un beso y lavarte la cara, jajajaja.

Y nada más, era que no se me olvidase el momento tetas.

Besitos.

P.D: Que si, que era broma. El otro día fue el cumple del medio calabacín, y nos lo pasamos genial. Que buen dia. Por cierto, que tiene la pata rota por comprobar la dureza de la escalera, que cayose por ella. Pobrecita mia, qué lechón.