Primer día de comedor vegetariano

Tontolaba, que casi me pillas - Pablo a un niño que le pasó cerca con la bici.

Buenas,

hoy ha sido el gran día. La semana pasada se pasó el medio calabacín el miércoles a preguntar qué pasaba con el consejo escolar, y resulta que se había retrasado un día por enfermedad de la directora, y que se les había roto el teléfono (como demostró la amable señora de la limpieza, tercer dan de mocho). Pero que se había votado por unanimidad que SI. Albricias, zapatetas, Pablo tiene menú vegetariano. Nos dieron la semana pasada de margen para que la empresa crease un menú acorde, y este ha sido el del primer día:

Arroz con verduras -> Pablo dice que ha tomado arroz con tomate, que a lo mejor han sido ambas cosas.
Panaché de verduras con lechuga y maiz -> Declaraciones a la salida "La lechuga no me la he comido, ni la otra lechuga tampoco" lo que me lleva a pensar que no ha comido nada de la panaché.
Helado y pan -> Ha dicho que ha comido manzana, con lo que ....

De todos modos, estamos contentísimos, tanto con el menú, que no tiene tantos huevos como me pensaba (uno o dos días por semana) como que se quede integradito con el resto de peques. Qué gran acierto huir del director con bigote (pobre señor, lo que le pitarán los oidos).

Inciso recetil.
El otro día les puse de cenar seitán rebozado (con harina de garbanzo) y éxito total. Proteina y fritanga, unidos por el bien vegeta.
Fin de inciso recetil.

Cambiando el tercio, dos anécdotas con la cama, una de cada uno. El otro día, por la noche, el medio calabacín se subió con Carmen (Plúmbea segunda del Tofu) y yo me quedé salvando a la Humanidad de las hordas invasoras. Total, que en el medio de la noche, una voz desgarradora llorando. Subo corriendo, que me dejé el resuelllo en el segundo escalón y el bofe en el cuarto, y me veo a Pablo con la patilla colgando, como si arrancase la moto. El pobre estaba buscando la escalera, que me la había llevado, y llorando por que no la encontraba. Paberse matao, angelico mio. Y es que, o quitas la escalera, o Carmen se sube y salta.

La otra es que Carmen tiene ahora el protege camas, que es una valla para que no se caiga al suelo. La otra noche, la oigo llorar como una loca. Voy a verla, y no estaba por ningún lado de la cama. Claro está, yo con los ojos pegados de ser las XXX de la madrugada. Y ya me fijo por el sonar (papapapapapapa) y me la veo que tenía medio cuerpo fuera de la cama, y el otro dentro, aprisionada con la vallita. Pobrecita mía. Y el sábado le pasó lo mismo, pero ya por la mañana y me decía "mira, mira". Como indicándome la presa asesina.

En fin, Pilarín, seguiré contando el menú, que no pinta nada mal. Yo creo que si ponen dos menús de estos, me quedo a comer con los peques.

Besitos.