... o vida y obra de la tribu del tofu, como gusten ustedes.

8 de noviembre de 2008

Tortilla vegana

Buenas,

ayer, animado por comentarios en un foro, me puse manos a la obra de nuevo con la famosa tortilla vegana de harina de garbanzos. Luego pondré las fotos del resultado.

Tortilla vegana:
  • Harina de garbanzos, agua, aceite y un poquito de vinagre (opcional) -> Para el "huevo".
  • Patatas y cebolla (vital, le da un sabor dulce riquisísimo) -> Para el relleno.
Por un lado, cortamos en trozos finos y anchos las patatas y la cebolla, echándolos en el aceite hirviendo. Hay que tener en cuenta que debe más cocer que freirse, es decir, debe hacerse por fuera y por dentro. Deberemos ir moviendo las patatas a menudo, incluso "cortándolas" con la espumadera para que se hagan más. Esto no es cosa de cinco minutos. Cuando ya estén, la vertemos sobre el "huevo batido".

Para el "huevo batido" usaremos un par de cucharadas soperas y agua para hacer algo similar al huevo. Es importante que usemos muy poca cantidad de harina, dado que si no estará incomestible. Yo añadí un poquito de aceite para suavizar, y luego he leido que se le puede echar vinagre, pero no lo he probado. También pensad que tiene que tener mucha patata y poco "huevo", lo que denominaría mi suegra un patatal.

Otro tema es que la harina cuaja muy rápido, así que tenemos que darnos prisa desde que echamos las patatas hasta que la mezcla va a la sartén. No es como el huevo, esto a los pocos minutos queda como cuajado sin fuego. Lo echaremos al fuego para que se dore por ambos lados y ya está listo para comer.

¿Sabéis el trabajo que lleva una tortilla de patatas? Pues un montón. ¿Y la ilusión cuando parece que esta vez si? Pues la suficiente para que después de que se te caiga encima del fogón cuando tratas de darla la vuelta te comas lo que no ha tocado el fuego. Si, amiguitos, si. Aquí os dejo las fotos del forense antes que levantase el cadaver. Pido una oración por su alma garbancera:



Por otra parte, le pedí a Pablo que me trajera las patatas y no llegaba. En vez de pedirme que se las alcanzase, se fue a por una sillita que tiene él, se subió a ella y cogió la patata. Me le como. Y luego, como uno de los cajones no se cierra bien, levantó el de arriba y ya si que se cerraba el de abajo. ¿Es esto normal en un niño de 2 años? Ni idea, pero me le como por las patas, que rico.

Para terminar íbamos en el coche en uno de los habituales bucles de "¿y por qué?" que todos los que tenéis hijos o sobrinos sabéis de qué hablo. Total, que le seguí el rollo incrementando cada vez el nivel de absurdez de lo que le respondía, para que repitiese palabras nuevas (por hacer algo) y me dice "Para, deja de decir tonterías". Ahí queda eso.

Besitos.

P.D: Los que os habéis reido por el desastre de la tortilla pensad que el dios garbanzo va a hacer que os crezca una chumbera por la parte excretora del cuerpo, malajaes, je, je.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

qué buena pinta! y qué pena! (seguro que no te comiste lo que tocó el fuego?... hablo por experiencia, como cuando se te cae al suelo y dices, bueno esto no ha tocado, y cada vez lo que no ha tocado va siendo más y más, y al final piensas, "buah, si total, el suelo no estaba tan sucio (y sobre todo nadie me ha visto)"


cris

margaly dijo...

juaaaassssssssss, entonces a mi me saldra una chumbera de esas gigantes porque aun me sigo riendo, jajajajaja

erfoud dijo...

Será la única vez que pueda decir esto, pero jaaaa, jaaaa, Tinto can-can, la mía me salió mejoooor!
Persevera, pequeño saltamontes!
Ah, y enhorabuena por tu bonito blog!

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