... o vida y obra de la tribu del tofu, como gusten ustedes.

24 de marzo de 2006

¿Se lo dirías a tu abuelita?

Buenas,

el otro día mi amiga Marina sacó a la palestra un tema que me inquieta y no me deja dormir (o eso, os el nacimiento de mi vástago, no lo tengo claro). ¿Podemos los vegetarianos reprochar a los no vegetarianos su conducta? Vaya, me alegra que me haga usted esa pregunta.

Desde un punto de vista radical, diremos que comer animales es un asesinato y que todos lo que hacen tal acción entran dentro de la categoría de asesinos. Bueno, como punto de partida íntimo está bien, pero, ¿te atreverías ir con esa arenga a tu abuela? Es fácil decir ciertas cosas, pero cuando particularizamos, es un poco complejo, ¿no? Tenemos que tratar de ser coherentes y si mi abuelita se dedicaba a desangrar cochinos, pues es una asesina despreciable. ¿Se lo diriamos? No lo creo.

Desde un punto de vista más conciliador, podemos opinar que es nuestra labor informar al resto de seres humanos de la barbarie que cometen. De este modo, podremos remover más de una conciencia y tratar de conseguir algún vegetariano más a nuestra causa. Esto concuerda más con la realidad, dado que realmente una persona que ha vivido una guerra civil, que ha comido lo que ha podido y que nunca se ha planteado la vida animal más allá del bocadillo, dificilmente se le va a convercer de lo contrario. Podemos contarle a nuestra abuelita porqué no comemos animales, que ella nos sonreirá y nos dirá algo como "estás muy delgado", "paparruchas" o similares.

Y desde el punto de vista práctico, pues nos callaremos y predicaremos con el ejemplo. Demostraremos que nuestra forma de vida es maravillosa y de vez en cuando removeremos alguna conciencia. Poco más.

Muchas veces leo escritos muy radicales (como los que hacía yo con poco más de la veintena) y me asusto. Y me pregunto, ¿le dirían lo mismo a su abuelita? Yo no, desde luego. Ni ahora, ni con veinte añitos.

Ahora, partiendo del cuento del otro día sobre Fulgencia Salgado. Marina planteaba que era un cuento muy triste (más o menos) y que Fulgencia no tenía culpa por el desconocimiento que sufría. Vamos por partes, ¿podemos juzgar a esta buena mujer por aquellos actos? Yo creo que no, dado que en ese momento, el consumo de animales estaba bien visto y socialmente era correctísimo. Pero claro, actualmente pasa lo mismo. Así que, ¿podemos juzgar a las nuevas generaciones que saben perfectamente del sufrimiento animal? La verdad, que no lo se. Volvemos al tema de la integración en la sociedad que tantas veces hemos tratado. Es complejo, y sería necesaria una concienciación social de un calibre tal que dudo que lleguemos a verla. Si aún leemos noticias como el que ahorca a sus perros porque no han defendido a sus cabras. ¡Qué país!

Resumiendo, juzgar a las personas por actos pasados que para una parte de la sociedad (nosotros) son inmorales no creo que sea correcto. Qué complicado es el tema, la verdad.

Por cierto, ya finiquitando, yo estoy convencido que si existe una vida tras la muerte y hay un señor que juzga tus actos, a mí me llevaría con el grupo de las buenas personas. No porque siga las doctrinas morales que dictan unos humanos (llamemoslos religión), sino porque sigo las doctrinas que considero más justas dentro de la racionalidad. Quizá no sean las correctas, pero desde luego dudo que se me pueda reprochar algo tan grave como para sacarme del selecto club social celestial. Y si no fuese digno, y debería haber dedicado mi vida a la meditación y a confesar mis pecados onanistas, seguro que el diablo es vegetariano y se lo monta de muerte.

Besitos.

P.D: Desde que dije que no escribía más, me enrollo como las persianas.
P.D.2: El cielo debe ser algo como cuando despierto un domingo y veo la cara resplandeciente de mi niña empalideciendo al sol, ¿no?

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola, Javi
Yo también me lo he planteado y sigo haciéndolo.
En mi caso, me encantaría tener una familia vegetariana, pero no la tengo, así que, tengo al otro lado a mi pareja y al resto de mi familia y amigos. A mis hijos los dejaría entre pinto y valdemoro, ya que, conmigo son vegetarianos pero fuera depende de con quien estén (ellos son muy pequeños).
He ido consiguiendo pequeñas cosas comentando el tema: cuando voy a cenar con mis amigos, buscamos un sitio para todos, cuando tengo comidas familiares hay más de una opción (cuando antes sólo había una), en casa de mis padres muchas veces se come vegetariano (todos), y en mi casa se come vegetariano (aún a pesar de los bocatas carnívoros que se zampa mi media naranja).
Estoy satisfecha y orgullosa de mi familia (por apoyarme, aunque al principio a algunos les sonara todo a chino y lo miraran con desconfianza, y quererme igual, pues no entienden el tema como yo), y no creo que fuera muy justo que yo se lo reprochara cuando en un pasado (que ahora veo muy lejano) yo ni siquiera había reparado, por ignorancia, falta de información, comodidad o x, que los animales son seres como yo que tienen derechos como yo. Así que voy poco a poco, comentando el tema y explicando el por qué, para ver si voy haciendo un hueco en sus cabecitas para la meditación y el cambio, que, no obstante, debe ser personal de cada uno y sin presiones, eso creo.
Uff, Javi, todo esto es bastante complicado, pues si pides respeto tú también debes ser respetuoso con el resto, no?.
Sin embargo, cuando algo que ves tan claro e importante (el vegetarianismo), es tratado con indiferencia y menosprecio, da mucha rabia y es cuando visualizamos la frivolidad en la sociedad, las injusticias y lo poquito que podemos hacer.
Por eso creo que es mejor ir despacio y sin presiones.
Un beso

(de este fin de semana no pasa, ¿no?. Suerte con el parto. Muchos besos para tu niña)

Anónimo dijo...

"Quizá no sean las correctas, pero desde luego dudo que se me pueda reprochar algo tan grave como para sacarme del selecto club social celestial. Y si no fuese digno, y debería haber dedicado mi vida a la meditación y a confesar mis pecados onanistas, seguro que el diablo es vegetariano y se lo monta de muerte."
Lo repito porque aún me estoy descoyuntando de la risa, para enmarcar, vamos.
Una reflexión: ¿de dónde te viene la aficción de remover conciencias??? jajajajajaja. ¿Entonces a todos los vegetasauros nos pasó aquello de estar tan emocionadísimos con nuestra dieta, que necesitábamos comentárselo a todo quisqui, aunque a nadie le importara un bledo???
Si es este fin de semana lo del parto, suerte y ya sabes: estruja bien la mano de quien te acompañe.

Anónimo dijo...

Super color scheme, I like it! Good job. Go on.
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